Hermione.Estaba extremadamente feliz por haber aprendido algo nuevo y también la aparición.
Aunque quería practicar sabía que no podía, después de todo había una barrera antiaparicion alrededor del colegio.
Realmente estaba aburrida. Adán estaba durmiendo a pesar de la hora que era y no tenía nada más que hacer que leer.
Leí un poco sobre criaturas mágicas, siendo totalmente honesta me daba mucha curiosidad Mida, literalmente se había vuelto una niña humana solo por estar cerca de Adán, me daba mucha curiosidad saber si eso ya había pasado antes en la historia.
Leí bastante hasta que encontré el único registro de un dragón que tomo forma humanoide, aunque no fue mucho tiempo.
Según esto el dragón acompaño a Arturo… Pendragon.
Recordé cuando me mudé con Adán.
Mida le había dicho algo sobre ese apellido.
Leí con muchísimo interés. Quería saber más de Adán, bueno, si era posible saber más de el.
Abrí los ojos sorprendida cuando leí sobre Arturo.
"También fue apodado el señor de todos los dragones" Leí atentamente.
Me levanté y no pude evitar que eso naciera en mi.
La odiaba pero también la añoraba, esa maldita curiosidad.
***
Adán.
Enfrente mío estaba una chica de pelo oscuro como la noche sentada en su cama, el ambiente era muy empalagoso.
Con un leve gesto me indico que me sentara a su lado.
Su cabello tenía pequeñas gotas de agua ya que recién había terminado de bañarse.
Me senté a su lado y ella me sonrió tan hermosamente que solo pude acercarme débil ante ella.
Besaba muchas veces a la chica.
Mis manos se filtraban atraves de su ropa sin que ella se alejara.
Ella sonrió y me empujó encima de la cama.
- Te estuve esperando durante casi 2 horas - Dijo molesta aunque parecía estar mintiendo, algo obvio para mí.
Sonrei y le quite la camisa roja por encima de su cabeza.
- No sabes las ansias que tenía sin tener allí, operando durante 8 horas solo pude pensar en ti, en tu cuerpo - Bese y mordí su clavícula realmente aliviado.
Ella sonrió y me abrazo fuertemente.
Sentí su cuerpo pegado con el mío, el aire frío entraba por la ventana pero a ella no le importo y se dejó desnudar por mis manos.
- ¿No tienes frío? - Le pregunté preocupado por ella, no quería en lo absoluto que se enfermara.
Pero ella sonrió y me beso sorprendiéndome.
- No importa… pronto me darás mucho calor - Dijo con una mirada llena de amor.
****
Me desperté un poco inquieto… bueno, ella me despertó con una sonrisa cálida y hermosa que me calmo al instante pero luego esa misma sonrisa me hizo desconfiar un poco de sus intenciones, era un poco difícil leerla apenas me despertaba.
Ella me beso suavemente y me obligó a levantarme.
- ¿Como dormiste? - Pregunto con una sonrisa falsa pero una voz tan dulce que me hizo responder atontado.
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Harry Potter resurrección
FantasyUn joven muere y renace en el mundo de Harry Potter con el deseo de tener una vida entretenida, algo simple con sus amistades. Evidentemente los derechos de la saga de Harry Potter no me pertenecen