Harry Potter resurrección

Demostración de Poder

Estaba parada enfrente del tribunal del Wizengamot lo más tranquila posible con total confianza en que Adán se encargaría de hacer lo que debiera.

- Bien, comencemos con el juicio por uso incorrecto de magia, la enjuiciada es Harriet Potter - Anuncio Fudge con calma.

- El día de ayer a las 21.23 de la nocje Harriet Potter uso el encantamiento patronus en una zona muggle - Dijo una mujer que tenía toda ropa roja.

Cuando ls mujer termino de citar los cargos el ministro hablo.

- Señorita Potter, ¿Usted uso el encantamiento patronus? - Le pregunto Fudge.

- Si pero... - Trate de decir con calma aunque fui interrumpida.

- ¿Era usted conciente de sus actos? - Pregunto un mujer con voz chillona.

Una mujer vestida como todos los demás miembros de la Wizengamot, una túnica púrpura con bordado plateado y una "W" en el lado izquierdo del pecho.

De pronto la puerta se abría con lentutid.

Viendo la expresión del juzgado entendí que pensaban sería el viejo pero no.

El chico de pelo plateado hablo con una voz profunda que solo oía en situaciones… especiales.

- ¿Quién es el chico? - Pregunto la mujer de voz chillona.

- Adán Kedward, ganador de la copa de los 3 magos - Dijo una vocesita - Sostiene firmemente la llegada de Voldemort - Declaró causando que todos los ojos le dieran una mala mirada al chico.

- Guardias - Dijo Fudge haciendo unas señas a los aurores para que lo detengan.

El chico se quedó quieto con calma cuando unos 7 aurores lo rodearon y se prepararon para inmovilizarlo.

Cerré los ojos y de repente el olor a humo se hizo presente.

Abrí los ojos y Adán seguía parado inmutable con la mera diferencia de haber alzado la mano izquierda de una manera similar en la que revivirias a un muerto.

Todos los miembros de la Wizengamot, no, todos los presentes en la sala no podían creer la facilidad con la que estos aurores habían sido eliminados.

- ¡Rufus! - Grito Fudge aunque el jefe de aurores se mantuvo en su lugar.

El instinto de supervivencia de todos, incluido el mío, dictaba que debíamos huir del lugar sin dejar que ese monstruo nos mirase siquiera.

Pero nadie se movió ni un milímetro de su lugar.

- Den el veredicto - Ordenó Adán dejando claro algo muy simple, dependiendo del resultado todos vivían o morían.

Todos lo miembros de la habitación se habían callando hasta que Fudge hablo.

- ¿Quien vota en contra de la expulsión de Potter? - Pregunto.

No pude culpar a ninguno de los presentes por hacer la vista gorda y mantener las manos bajas.

Adán con calma se giró sin siquiera mirar a los demás.

- El juicio concluye - Ordenó el a lo que nadie pudo contradecir.

Había conocido a Adán durante media década, lo que era parte importante de mi vida, y lo había visto romper incontables reglas pero casi siempre a puerta cerrada sin nadie de testigo pero… dejó claro algo.

No era por mi, está simplemente era una demostración del poder por su parte.

Ahora el grupo de magos con mayor poder en Gran Bretaña lo tenían como un peligro notable.