Hermione.
Estaba en el comedor con Adán a mi lado, el chico estaba serio mientras tomaba su café y leía tranquilamente el diario.Después de todo era lo máximo que podía hacer sin sentir los dolores típicos luego de sufrir tanto tiempo el crucio.
Sonreí levemente al ver eso y seguí leyendo mi libro mientras terminaba de desayunar.
Pero de repente escuché como Adán se reía levemente.
- ¿Que pasa? - Pregunté acercándome a el y leyendo lo que el.
Mis ojos se abrieron con sorpresa.
- ¿¡14 prisiones de Azkaban se han escapado!? - Pregunté sorprendida alzando demasiado la voz.
- No grites - Dijo el tranquilo.
Lo mire un poco molesta y mis ojos hicieron un leve contacto.
Y lo sentí, sentí su calma.
- ¿Que me ocultas? - Pregunte acercándome a el.
Desviando la mirada el siguió tomando su café y a punto de levantarse.
Tome su mano derecha y tire hacia mi.
El chico tropezó y se sentó a mi lado.
- ¿Me seguirás mintiendo? - Pregunté avocando a su sensibilidad.
El chico me miro con ojos desinteresados pero sus colores lo delataban.
Aunque me hacía sentir mal tratarlo así, el debía mínimamente sentirse mal luego de lo que me hizo.
- ¿Que pasa? - Pregunto el con calma típica.
- ¿Que sabes de eso? - Pregunté señalando el profeta en su mano.
El sonrió y me miro como si se burlara.
Sus colores cambiaron rápidamente y paso de sentirse arrepentido a divertido.
- ¿Mione, acaso no leíste? - Pregunto mirándome mientras se acercó.
El dejó el periódico en la mesa y paso sus dedos debajo del titular, como si lo subrayase.
- Dice que 14 prisioneros se escaparon de la prisión de Azkaban - Leyó como si yo no pudiera.
Me sentí molesta hasta que vi su resplandeciente sonrisa.
- ¿Ves, solo eso? Nada serio - Dijo acariciando mi cabello suavemente antes de irse.
- Adán… - Le llamé débilmente.
El me miro y me hizo un gesto con su mano.
Suspire y lo seguí.
***
- ¿Y? - Pregunté inquieta.
- Fue Voldemort - Dijo erizandome la piel - Los dementores están de su parte hacia que no fue algo difícil para el - Su voz era calmada y no parecía importarle lo suficiente.
- ¿Estas seguro? - Pregunté con cierta desconfianza.
El chico se acercó y si mano toco suavemente mi rostro.
Su mano fría era una de las sensaciones más relajantes del mundo.
- ¿No confías en mí palabra? - Pregunto con un color azul a sus espaldas.
Sus palabras tristes parecían suficientes para hacer que mi corazón olvidará cualquier cosa mala que me haya hecho, pero solo eso, parecía.
- ¿Puedo? - Le replique con una mirada dura.
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Harry Potter resurrección
FantezieUn joven muere y renace en el mundo de Harry Potter con el deseo de tener una vida entretenida, algo simple con sus amistades. Evidentemente los derechos de la saga de Harry Potter no me pertenecen