Caminamos hacia la clase de Defensa contra las Artes Oscuras y Mione me miraba avegonzada.- Me golpeaste - Murmuró a lo que asentí - Pensé que no podrías alzarme la mano - Se quejó a lo que la abracé.
- ¿No te gusto? - Pregunté mordiéndome los labios recordando la situación.
Ella se sonrojo hasta las orejas y hablo.
- Ja, solo te deje hacerlo porque quería experimentar - Mentio muy obvia.
Entonces murmuré.
- Entonces no lo haremos más - Dije a lo que ella se giró hacia mi rápidamente.
Sus ojos parecían asustados.
- Así que te gustó... - Murmuré empujándola contra la pared - ¿Quién diría que eres tan puta? - Susurré a su oído.
- Tuya - Dijo sin dudas.
- ¿Que? - Pregunté con cierta confusión.
- Soy solo tuya, soy tu puta - Murmuró la chica con un rostro que me hizo quererla en mi cama ahora mismo.
Mis labios besaron su cuello y mi mano fue debajo de su falda.
***
Harriet.
Estaba en la clase de Snape llegando casi al borde de horario.
Snape comenzó a dar la clase sin mucho alboroto más que descontar 10 puntos a Gryffindor por la ausencia de Hermione y Adán.
La clase consistía en la práctica de los Encantamientos no verbales.
Al principio fue un poco difícil pero ya a la mitad de la clase de había vuelto bastante intuitivo.
- Um, Kedward y Granger, ¿Cuál es su excusa ahora? - Pregunto Snape mirando la puerta a dos alumnos.
Casi media hora después de que comenzó la clase Adán entro seguido de Hermione, los dos muy desalineados y jadeantes.
- Lo siento profesor Snape, tuvimos un inconveniente en el camino - Dijo Adán aunque no dejó lugar a que Snape dijiera nada más.
- Deje de hablar y practiquen el ejercicio - Dijo sorprendentemente sin hacer nada más.
Adán sonrió y le murmuró algo a Hermione que asintió.
Se pararon y comenzaron a practicar aunque Adán parecía desinteresado.
Claro, después de todo Adán usa ese tipo de encantamiento desde nuestro 4to año.
Suspire sintiendo mis esfuerzos minúsculos, pero no quería pedirle ayuda al que consideraba mi rival.
Claro que no me tomaba enserio, pero en mis más profundos deseos me imaginaba batirme a duelo contra el de igual a igual.
Parecia un sueño idiota pero creo poder lograrlo algún día.
Adán jugaba con Hermione mientras los rayos rojos salían de la varita de ella y el las recibía devolviéndoles con suavidad.
Finalmente la clase termino sin más giros.
Caminé hacia Adán y hablamos.
- ¿Y?¿Como usaste mi capa? - Le pregunté aunque ya sabía la respuesta.
- La usamos con Mione - Dijo sonriendo.
- Claro, ¿Como no? - Pregunté acercándome a el - ¿Donde te la cojiste está vez? - El pareció un poco sorprendido pero mantuvo su sonrisa.
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Harry Potter resurrección
FantasiaUn joven muere y renace en el mundo de Harry Potter con el deseo de tener una vida entretenida, algo simple con sus amistades. Evidentemente los derechos de la saga de Harry Potter no me pertenecen