Mi casa era un lugar frío y oscuro… ¡Me encanta!Lo único que no me gustaba nada era lo increíblemente aburrido que era por la falta de tecnología.
Mi día a día era como se esperaría de las vacaciones.
Dormir, leer y jugar los pocos juegos que había.
Lo único que me alegraba realmente era escribirme con Hermione y Harriet y muy debes en cuando Delphin actualizando cuento tiempo me quedaba para romper el juramento.
Suspire leyendo la actualización (amenaza) que me había dado.
Ignorando la nota divagaba en mis pensamientos.
Ahora me doy cuenta de lo mucho que había invertido en mi carrera y en mi familia (solo mi hermana en realidad).
Oh no…
Mis ojos se cerraban acompañados de un cansancio que me había sentir estar al borde de la muerte.
———
Me levanté a las 6am mientras estiraba el cuerpo.
A lado mio estaba el típico peso de una chica de unos 48kg con pijama negro.
A pesar de lo mucho que me quejaba ella seguía allí, tan quieta y tan hermosa, tan… prohibida a mi tacto.
Quitando con rapidez ese tipo de ideas me fui a duchar.
Luego de media hora salí secandome el cabello.
La chica que había estado dormida hace un tiempo estaba despierta mientras me miraba sonriendo.
- Buenos días - Dije caminando con calma hacía la cocina.
Ella me miraba con una sonrisa juguetona antes de irse a bañar para ir a la secundaria.
Cuando salió su pelo aún estaba mojado y mi mirada fue de arriba a bajo mientras pensaba cosas inevitables.
Ella me sonrió juguetona antes de ponerse el uniforme.
- ¿Podrías quitar tu mirada de mi un solo segundo? - Pregunto aunque realmente solo quería molestarme.
- Eso sería… - Dije antes de callarme.
Desvíe la mirada y realmente me sentí raro por primera vez con que se esté vistiendo en mi misma habitación.
Ella se vistió lo más lento posible hasta que camino hacia mi.
- ¿Me ayudas? - Pregunto con la corbata desatada en su cuellito.
- Eh… claro - Dije mientras mis manos se ponían en cada extremo de la corbata.
Con calma hice el nudo.
Cuando baje la mano note que ella había crecido bastante.
Ella me miro sonriendo y sus manos se pusieron alrededor de mi cuello.
- ¿Que haces? - Pregunté "tranquilo".
- Solo quiero abrazarte… hermanito - Murmuró acercándose a mi.
———
Durante todas las vacaciones tuve ese sueño hasta que Harriet me mandó una carta seguida de una de Hermione.
Tome las cartas de las patas de las lechuzas.
La carta que decía.
Para Adán.
Primero que nada, espero que nos estés siendo fiel. Segundo, iremos al mundial de quidditch, si quieres ir se que no será un problema para ti, lastimosamente el padre de los Weasley solo tiene 6 boletos.
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Harry Potter resurrección
FantasiUn joven muere y renace en el mundo de Harry Potter con el deseo de tener una vida entretenida, algo simple con sus amistades. Evidentemente los derechos de la saga de Harry Potter no me pertenecen