Hermione ya se había ido con un "Espero que encuentres algo" que me hizo desviar la mirada mientras asentía.Obviamente me acordaba de quién era Flamel pero últimamente mi voluntad de negación dudaba al ver su sonrisa.
En medio mes llegue a conseguir el centenar de puntos, con la firma de McGonagall entre a la sección prohibida pero...era muy difícil.
Apenas había podido aprender otros 2 hechizos que no eran obligatorios de las clases. El Aguamenti y el Alohomora, eso sin contar el diffindo que había aprendido antes de lo del trol.
Eso sin contar las transformaciones, eso era mucho más simple.
Con los ver algo podía entender su estructura y como cambiarla.
Me quedé suspirando, realmente quería volver a operar pero solo soy un niño de 11 años.
Deje de leer, estaba viviendo mi jubilación mucho antes de lo pensado y lo peor de todo es que todavía me daban tareas.
Mire por la ventana la nieve caer.
Suspire.
Navidad era una época...linda para mí.
A pesar del poco tiempo que le dedicaba a las personas que no sean pacientes pero en navidad me tomaba un pequeño descanso y veía a mi familia.
Madre y Padre.
Mi hermana menor, no era algo que dijera pero era mi favorita, era una niña tan tierna y cariñosa, la única que me siguió como médica.
Mi hermano menor al que sinceramente no le tenía muchos sentimientos, ¿cariño? no ¿odio? no, solo recordaba con cariño cuando era niño.
Y lo mejor de navidad...los accidentes, siempre había algo interesante en navidad.
***
Me desperté y sinceramente lo único que no quería hacer era revisar el árbol de navidad.
***
Baje las escaleras y vi una caja con una nota.
De Jonathan Kedward para mí sobrino, feliz navidad.
Eso decía la nota.
Suspire con hartazgo, mi tío era un hombre casado de unos 50 años, tenía una hija de ¿10? Años realmente no lo sé, la única vez que lo vi fue cuando me dejaron en el orfanato.
La caje tenía tres anillos, el primero era de oro con un rubí, el segundo era plateado con una escapolita amarilla pequeña y el último era de acero negro con un zafiro azul.
Me puse cada el rubí y la escapolita amarilla en los dedos indices, el zafiro por su parte le pase un collar por en medio y me lo puse en el cuello.
Brillaron levemente.
Sonreí sin entender el porqué del brillo pero no negaría que el tacto de los anillos era cálido.
Me sorprendí al notar dos cajas más pequeñas detrás de la caja del tamaño de un perro chico.
Hablando de eso, ¿por qué una caja tan grande para solo tres anillos?
Como sea revise las dos cajas.
La primera era de Cath, verla me dio una sensación sofocante pero lo abrí con una sonrisa.
Un libro...de biología, le habré dicho que quería ser doctor.
Yo solo le mandé un estuche de maquillaje, hasta el día de hoy tengo poco creatividad para esto de regalar cosas.
El de Hermione era la definición de ser su amigo, un libro grande de hechizos.
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Harry Potter resurrección
FantastikUn joven muere y renace en el mundo de Harry Potter con el deseo de tener una vida entretenida, algo simple con sus amistades. Evidentemente los derechos de la saga de Harry Potter no me pertenecen