Uso Indebido

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Realmente me estaba comenzando a desesperar por dos cosas, primero que nada estaba el hecho de que no me dejaban pedir el periódico, es decir estaba incomunicado, y segundo, Adán no me había mandado ni una sola carta.

Aunque realmente me ponía nerviosa verlo de nuevo, tengo suerte de que suele ser olvidadizo o ya me habría reescrito los recuerdos de nuevo.

Estaba tranquila debajo del marco de la ventana escuchando con calma las noticias de la televisión, con suerte escucharia algo sobre el terrorismo o las desapariciones.

De pronto el fuerte sonido de un disparo me asusto causando que saltara y me golpeara la cabeza.

Casi al instante escuche los pesados pasos del gordo.

- ¿Qué diablos fue eso niña? - Pregunto furioso en un murmullo mirando la casa del vecino del frente.

- No lo se - Dije alejándome obligando a que si quisiera hacerme entrar tuviera que salir.

El gordo estuvo a punto de gritarme cuando mi tía tomo su brazo y negó mirándome con molestia.

- Vete niña - Dijo la delgada mujer con desdén en su voz.

Haciendo caso me aleje molesta.

Camine por todo el vecindario hasta que llegue a un pequeño parque en el que me quede esperando a que el tiempo pasara.

Pero una voz chillona interrumpió mi concentración.

- ¿Qué te pasa Potter, ay te volviste loca? - Pregunto el chico obeso parado a 4 metros de donde estaba sentada.

- ¿Qué dices? Ella ya esta loca - Dijo uno de sus 3 amigos haciendo que todo el grupo se riera como los imbéciles que son.

Toque el marco de mis lentes y pensé con molestia como reaccionaria Adán a algo así.

Alcé la varita con molestia sin siquiera levantarme del columpio.

El gordo mostro de manera comprensible mucho terror alejándose de mi mientras el cielo se oscurecía y un terrible frío envolvía toda la zona.

El gordo me miro con terror, sus amigos se alejaron mientras una fuerte tormenta se avecinaba.

- ¿Qué hiciste bruja? - Pregunto el chico echándome la culpa de la tormenta.

- Yo no hice nada aún - Me defendí.

Comencé a caminar de vuelta a la casa para evitar la lluvia que parecía estar a punto de comenzar.

En medio del camino la lluvia había comenzado a cantaros, unos segundos y parecía que me había metido a el mar con la ropa puesta.

Nos refugiamos de la lluvia debajo de una especia de túnel que llevaba a la casa n°4.

El niño gordo se seguía quejando de que diablos había hecho cuando sentí escalofríos en todo el cuerpo y mi respiración parecía vapor por el frío.

Mire a los dos lados del túnel y vi dos altas sombras oscuras que se movían flotando.

Obviamente eran dementores.

Cuando el primero llego a alcanzarme saque mi varita y murmure "Expecto patronum". Un ciervo plateado salió galopando y mandando al  lejos de mi, mire hacia el otro y este ya estaba tomando el alma del gordo.

El ciervo dio media vuelta y salió disparado contra el dementor restante haciendo desaparecer como si fuera niebla.

Corrí hacia el gordo y le mire preocupada para luego mirar los alrededores.

Harry Potter resurrección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora