Me sentía nerviosa,controlaba mis emociones la gran parte del tiempo.
Creo que es parte de ser un Hale no mostrar tus emociones.
Mi vida nunca ha sido perfecta o al menos buena.
Al menos los momentos buenos que tengo,no son con el.
Mi padre.
Luego del incendio escape sola hasta que Laura me encontró.
Ella me llevo a un internado,algunos betas que eran de la manada hale solían estudiar y vivir ahí.
Volví cuando el inservible padre que tengo me llamo para rescatar a mi primo de las calaveras.
Me había juntado con la manada,los conocía ya que la manada de alfas me encerró junto a cora y los betas de Derek.
Me habían atacado al ser un punto débil de Derek.
En todo el tiempo,nunca hablé con el.
Lo ignoraba o el lo hacía conmigo.
Luego salió a la luz que malia era mi hermana,la traición de Peter,las quimeras,que mamá quisiera matar a malia y llevarme con ella.
Ahora me encuentro esperando a Peter en el loft con la manada.
Por primera vez en mucho tiempo se digno a hablarme y tener una conversación.
Pero si por algo somos característicos los hale,es nuestro orgullo y ser demasiado directos.
La puerta del loft se desliza dejando ver a mi progenitor.
Mi cara se mantiene neutra mientras estoy sentada al lado de la única mesa que mi primo tiene y mi mano de mantiene entrelazada con la de mi novio.
Me incómoda un poco que todos estén aquí,pero no digo nada.
Ellos no sabían que Peter quería hablar conmigo y a pesar que se quisieron ir,se los negué,teníamos que hablar de como capturar a Monroe.
Theo me da un breve apretón de manos antes de irse a sentarse con los chicos.
En el mismo instante,Peter ocupa el asiento frente a mi.
Me calma el saber que Derek y cora estén aquí.
Cora había vuelto junto a Isaac,ambos huyeron de cazadores y los llevo al lugar donde todo empezó.
Beacon hills.
—Hola Verónica.—saluda Peter con una ligera sonrisa.
Me extraña verlo de ese modo,el siempre tiene una sonrisa burlesca y sarcástica.
—Hola papá.—corto el pequeño silencio incómodo.
El recuerdo de mi conversación con las Lydia y Kira,ayer por la tarde llego a mi memoria.
—Eres fuerte V.—me consoló Lydia.
—¿No piensas perdonarlo algún día?¿Porque no ahora?.—cuestiono Kira.
Veo fijamente a Peter,me doy cuenta que en sus ojos no veo nada de ilusión por estar conmigo.
O es muy bueno ocultando sus sentimientos.
Que esté aquí como si nada jugando con su celular.
Me hace darme cuenta que fui estúpida al pensar que podría darle una oportunidad.
—¿Recuerdas la noche que un rayo estremeció la casa?—pregunto llamando su atención.
Veo que no sabe que responder por lo que continuo.
—Tenía cinco años y creí que el relámpago era tan brillante que el mundo se incendiaba.
Lo veo removerse incomodamente,pero no me interesa ahora.
—¿Porque lo mencionas Verónica?.—pregunta confundido.
—Estaba bajo mi manta llorando.—lo ignore y seguí contando.—Y tu te acercaste y te asomaste debajo de ella, y hiciste un juego para calmarme.—continuo con voz levemente afligida.—¿Lo recuerdas?.
Hago todo mi intento en no dejar que mis emociones salgan a flote.
—No, Verónica,no—confiesa sin verme.
Apretó mis manos en puño por debajo de la mesa.
—Es porque jamás paso.— confesé.
Siento la mirada de los demás y la de el en mi.
El que me vea con esos ojos,que finalmente bajan su barrera dejándome ver un poco de dolor.
Mis ojos se encuentran levemente cristalizados pero no le daré el gusto en verme débil.
Pero a la vez quiero que vea cómo me siento y acepte su papel de padre.
Se que su vida no ha sido fácil,pero para mí tampoco.
—La tormenta estuvo ahí,pero tú no.—respiro unos segundos.—Fue Tia Talia quien llego.—confieso sintiendo un dolor en mi pecho al recordarla.—Ella lo convirtió en Alaska y yo ya no estaba asustada,los niños arrancan cabezas de osos...Los amigos arruinan películas y los padres se van. A veces lo olvidas, a veces no.—Limpie rápidamente una lágrima rebelde que callo por mi mejilla.—Te necesitaba y no estuviste para mí,y sigues sin estarlo.
Me pare y salí rápidamente de ahí viendo su expresión de dolor.
Me dolía hablar de eso,pero el necesita aceptar que no solo malia lo necesitaba
Que yo necesitaba a mi padre.
Me recargue en la pared del edificio de mi primo y trate de limpiar mis lágrimas.
—Vero.—me llamo theo llegando a mi lado.
No dije nada y el tampoco
Solo me volteo hacia él y me abrazo permitiendo que me derrumbara.