Sarah Mikaelson había vuelto a Beacon Hill
La noticia había volado más rápido de lo que pensó.
Pero está vez no estaba ahí para ayudar a sus "amigos"
Estaba ahí para causar caos,dolor.
Quería venganza de la manada.
Aún podía oír todo.
—Sarah es una presumida,no les importamos.—dijo Allison limpiando sus dagas.
—Si,siempre quiere ser el centro de atencion.—menciono Lydia rodando los ojos.
—Es una idiota.—rio Theo.—No se cómo piensa que aún la queremos.
—Es obvio que nadie la quiere en la manada.—Apoyo Liam sonriendo.
—Tranquilos,saben que solo la usamos por qué su apellido tiene poder.—dijo Scott viéndolos.—Solo será un tiempo más hasta que obtengamos de la sangre de su familia y ya.
—Pues que sea rápido.—se quejo stiles acariciando la pierna de malia ante la mirada del alfa.—Ya no soporto tener que besarla o tener que estar cerca de ella y pretender ser su novio.
—Me da risa de solo imaginar su cara cuando sepa que has estado saliendo con malia todo este tiempo.—comento riendo Isaac.
—Bueno escuché que su familia vendría dentro de poco,solo hay que atacarla sin que ella lo sepa y cuando tengamos la sangre de los mikaelson en nuestras manos.—dijo Derek sacando sus garras.—La matamos.
—Deberiamos matarla ya.—dijo malia.
—Solo unos días mías y ya.—declaro Scott.
Lo que no sabían era que la primogénita de Rebekah Mikaelson los estaba escuchando escondida en una pared mientras sus lágrimas caían.
Sin embargo un sentimiento se instalo en su pecho.
Odio
Dolor
Venganza.
Ese día la chica se fue del pueblo y una semana después Lydia Martin despertó gritando un nombre.
Sarah.
Lo que no sabían es que ese día la rubia se había vuelto vampiro oficialmente gracias a la sangre que corría por sus venas.
Que ilusos fueron todos,si tan solo hubieran sabido que tuvieron sangre mikaelson al lado de ellos todo ese tiempo.
La rubia movió levemente ignorando ese recuerdo y le sonrió a hope yendo a la biblioteca de la escuela.
Su familia se había encargado de sacar a todos mientras Freya y Davina se encargaban de poner una barrera para que nadie saliera.
—Estan todos adentro.—Aviso klaus con una sonrisa de lado.
El y los demás se habían encargado de hipnotizar a la manada y ahora todos estaban en la biblioteca.
—Es tan tierno como intentan ocultar tu miedo.—rio kol pasando un brazo por los hombros de su esposa.
La rubia sonrió,su familia se había encargado de informarle a la manada de una manera muy civilizada la situación.
Y cuando digo civilizada me refiera a qué algunos los golpearon para dejarlos inconscientes,otros los torturaron un poco y uno que otro aneurisma.
Los mikaelson estaban más que feliz de ayudar a su sobrina.
Si ella quería quemar el pueblo,ellos conseguirían todo lo necesario.