INKIGAYO

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Quería matar al mánager Park, porque no le dejaba leer con tranquilidad su libro y al mánager Suh porque no la dejó comer ni un bocadillo porque hace unas horas había comido algo en mal estado y tenía miedo que Aegi se enfermara.

Cruzó sus brazos para ver como sus bailarines de apoyo terminaban de arreglarse.

- ¿Alguien vio mi libro? - preguntó levantando la voz. En estos momentos tenía tiempo libre para leer y no encontraba su libro.

- ¿Cuál de todos? - preguntó el mánager Park que revisaba su celular.

- El de portada blanca, tiene de nombre "Boulevard" y con varios marcadores de colores en las hojas - respondió - Es el libro que no dejan terminar de leer.

- Lo dejaste en el auto - el mánager Suh extendió las llaves - Te doy quince minutos para que lo traigas.

No lo pensó dos veces para colocarse sus zapatillas y correr a tomar las llaves. Ya estaba cambiada, maquillada y solo faltaba que una de las estilistas se desocupara para peinarla. Se suponía que una vez que terminara su agenda en Inkigayo, iría a una de las lecturas de guion y después acompañaría a Soyeon en su estudio para terminar alguna de las canciones.

Corrió por los pasillos, empujando alguno que otro artista y pidiendo disculpas. Abrió la puerta de la escalera de emergencia para comenzar a bajar las escaleras lo más rápido posible al estacionamiento. Enserio quería terminar ese libro y por más que buscara un espacio para leerlo tranquila, no podía, siempre había alguien buscándola para cumplir con su agenda.

- ¡Lo siento! - grito viendo a una pareja escondida detrás de las escalera.

- ¡Aegi! - cubrió sus ojos al escuchar el grito femenino y un carraspeo masculino - Te matare.

- ¡Yo no vi nada! - abrió un poco sus dedos para seguir bajando las escaleras y no ver a la pareja - Sigan con lo suyo, yo regresaré por el ascensor.

- Te mataré Min, si dices algo - protesto aquella voz masculina.

- ¡Yo nunca los vi! - grito alejándose lo más rápido.

Odiaba las escaleras de emergencia, eran solitarias y le daba miedo que algo le pueda o se pueda encontrar con cualquier desconocido. Además, una vez junto a Ryujin en unas premiaciones se encuentra con otra pareja en una situación muy comprometedora. Claro, ellas dos acordaron no decir nada y olvidar lo que vieron ese día.

Abrió la camioneta para comenzar a buscar dentro. Sus quince minutos que le dio se estaban apagando y el manager Suh la regañaría.

- Te encontré - abrió cuando tiró la manta que usaba para taparse del frío y su preciado libro de portada blanca está en su asiento - Nunca más te volveré a dejar solo.

Bajo de la camioneta, cerrándola y viendo a su alrededor como una camioneta blanca se estacionaba delante de ella.

- ¿Ginnie?

- Rosie Unnie.

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Le gustaba tener la compañía de la rubia, no la había visto en semanas y más porque haya tenido el interés en venir apoyarla. Pero solo quería leer tranquila. Tenía que dejar su lectura para otro momento y pasar todo el tiempo posible con Rosé.

- No piensas leer - le preguntó Rosé.

Ambas iban juntas al camerino de Aegi. Se suponía que la sorprendería, no esperaba encontrarla en el estacionamiento.

- ¡Nop! - respondió sonriente y abrazando el abrazo de Rosé - Quiero pasar todo el tiempo posible con mi Unnie.

- Son ocho años de amistad - Rosé apretó la mejilla de Aegi, para ver como ella sonreía - para mi siempre serás esa niña de doce años.

- Nueve - corrigió - Me mandaste un mensaje un quince junio y a partir de ahí nos hicimos amigas. ¡Unnie! Se suponía que Miyeon Unnie vendría por mi.

- Si, pero le dije que yo pasaría darle ánimos a mi Ginnie. Toma - Rosé le extendió un pequeño ramo de flores de colores amarillos y blancos - Además Jennie y Jisoo te enviaron estos dulces. Lisa y yo compramos este ramo de flores, yo lo escogí y ella lo pagó.

Sonrió para tomar el ramo de flores en sus manos y tenderle el libro a Rosé, que solo veía la emoción de la menor. Ambas féminas iban camino al camerino de Aegi, para que la terminaran de peinar y pueda ir a su prueba de sonido. Pero detuvieron su caminar al ver como una del staff de CUBE se detenía delante de ellas.

- ¿Que paso, Roh JinHa-ssi? - pregunto Aegi - El manager Suh me regañara...

- No, pero te doy esto antes de que Park me descubra - Rosé arqueo una ceja al ver como le extendían una carta a su amiga - Lo encontré cuando llegamos, te lo iba a dar hace unos minutos pero corriste para buscar tu libro.

Aegi solo agradeció, para ver como la chica del staff se alejaba. Rosé solo asomo su cabeza para poder leer lo que contenía aquella carta, pero lo que le llamó la atención no fue lo que estaba escrito, sino que Aegi tenia un pequeña sonrisa en su rostro.

- Así que era cierto - murmuró la rubia - ¿Debería preocuparme?

- ¿Quién te contó? - pregunto, aunque ya sabía la respuesta - Rosie Unnie, ¿reconoces la letra?

Rosé solo negó con la cabeza.

- No se si preocuparme, pero es un lindo gesto - respondió la rubia extendiendo la carta para que Aegi la guardara entre las hojas de su libro - Ahora en la actualidad casi nadie escribe cartas. Todos usan más sus redes sociales. Me agrada, te hace sonreír y tienes un brillo especial en los ojos.

- ¡No es cierto! - protesta la menor tocando sus mejillas - Unnie no mientas.

Rosé solo sonrió para empujar a Aegi por los hombros rumbo a su camerino.

- Mi pequeña Ginnie sigue siendo una bebe. No está lista para una relación.

- ¡Unnie!

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21/09/05

Yaongyi... ¿Te gusta? Nadie te llama así y soy el único que conoce el significado de esa palabra... Me tomo toda la noche buscar ese lindo apodo y a mis hyungs les gustan.

Eres muy tierna haciendo berrinche, y más cuando molestas a tus compañeras, en especial a tu líder. Yo soy igual a veces. Pero entiendo, yo también extraño a mis hyung cuando estamos de vacaciones y cuando regresamos todos a los dormitorios me divierto molestándolos.

Mis hyung escucharon cuando hablabas con Minju, MC de Show music Core, y le hablaste de que no tenías un tipo ideal. Mencionaste de que si te gustaba alguien por su inteligencia, no era amor, sino admiración. Pues te lo digo ahora Min Aegi. Me gustas y no se porque me gustas, solo sé que me gustas y no quiero que eso cambie. Espero no te molestes conmigo, por no ser capaz de decírtelo en la cara y solo dejar cartas en tu camerino antes que llegues tu.

Atte: Alguien quien gusta de ti, sin razón alguna...

PARTE DE (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora