MIJA

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– ¡Perdieron a Aegi! – las dos solo cerraron sus ojos para no ver como las regañaban.

– Fue su culpa por... – intentó defenderse Minnie, pero Yuqi le jalo de la muñeca para negar con la cabeza.

– ¡Perdieron mi copito! – gritó Miyeon, asustada – esta sola... Con este frío e incomunicada... ¡Como se les ocurre perder a mi bebe!

– ¿Qué paso? – pregunto Shuhua, saliendo de la ducha y viendo como los mánager se estaban volviendo locos y hablaban con los traductores que contrataron.

– Yuqi y Minnie perdieron a Aegi – murmuró Soyeon, frotando su frente.

– ¡Perdieron a la maknae! – gritó Shuhua. – ¡Como se les ocurre!

– No me preocuparía si al menos Aegi hubiera llevado su celular, ella habla con fluidez el español... ¡Pero es media noche! – regaño Soyeon frustrada.

– ¡Lo sentimos!

– Mi bebe debe de estar asustada...

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– No eres de aquí – negó nerviosa sintiendo como la niña tomaba su mano para llevarla alguna lado – ¿De donde eres?

– De Corea – respondió.

– ¿Ahí también hablan español? – preguntó con curiosidad.

– Eh, no – fue sincera – hablamos otro idiomas.

- ¿Y como te llamas?

- Min Aegi - respondió nerviosa, viendo como la niña la ayudaba cruzar la calle para llegar al otro extremo de la plaza.

- Mi Eji - mencionó mal su nombre.

- No. Se dice "Min-E-gi" - enseñó a la niña de cabellos negros.

- Mi Eji, lo dije bien señorita.

- Eh, no. Sabes que, olvídalo - la niña sonrió para asentir - Llámame Anneth. Min Anneth. Ese es mi nombre extranjero.

- Mi Ana - respondió feliz la niña de ocho años. - Ese si puedo decirlo bien.

- Literalmente no, pero es un intentó - fue sincera para ver como la niña la guiaba aun puesto de  comida.

Escuchar como las pocas personas de su alrededor hablaban con un español medio raro y decían palabras que no entendía bien. Cuando la niña soltó su mano para correr hacia una mujer que traía un mandil de color naranja, con la mascarilla mal puesta y un trapo de cocina en mano. Aquella mujer regaño a la niña por haberse alejado mucho del puesto de comida y regresar toda sudada por lo que había jugado.

Dedujo que esa mujer era la madre de la niña, por tener el mismo tono de piel, cabello y además estaba un poco subida de peso. Se apresuro en caminar rápido para defender a la niña de su madre.

- ¡Pero má! - gritó la niña - Estaba ayudando a mi amiga.

- Chamaca descuidada, que te dije Ramírez María de hablar con extraños...

- No se moleste con ella - se apresuro en hablar, viendo como la niña se soltaba de su madre para ir donde la maknae - Yo estoy perdida y su hija me ayudo.

Se incómodo cuando la mujer la quedo mirando. Fueron solo segundos para que la mujer tirara el trapo de cocina en una de las mesas y se acercara rápido a ella.

- ¿Te perdiste, mija? - preguntó.

Aegi no entendió la ultima palabra y solo asintió ante la pregunta.

- ¿Te robaron o hicieron algo? - negó otra vez.

- Sali con mis amigas, pero por ir leyendo me perdí y no recuerdo donde era mi hotel - confesó.

- Ven mija, siéntate - la niña tomo su mano para llevarla a una de las mesas - Espera que llegue, Vicky para que pueda ayudarte - asintió para sentarse con miedo en la silla de la mesa callejera del puesto de comida – Estas muy flaca, te voy a dar algo de comer.

La mujer se retiro por un momento dejando en duda a Aegi. No entendía lo que había dicho y ni a donde se había ido.

– ¿Faca? – le preguntó a la niña – ¿Que es eso?

– Flaca es como decir que estas muy delgada – informó la niña.

Solo asintió para procesar lo que habían dicho. Coloco el libro en la mesa para jugar nerviosa con su brazalete y mirar a su alrededor, por si llegaba ver alguno de los mánagers.

– ¡Mija! – siguió mirando sus dedos – ¡Mija!– la niña solo jalo un poco de su chaqueta para señalar a su madre – Mija, responde cuando te llamo.

– Lo siento – se levanto para hacer una reverencia – No se que significa "Mija" y mi nombre es Anneth.

Claro no te preocupes – la mujer le sonrió con dulzura – ¿Te gusta el chicharrón?

Aegi no entendió... Estaba comenzó a preocuparse porque esa señora decía palabras que no lograba comprender y parecía que era muy normal en el país. Solo asintió para seguir esperando la hija mayor de la señora regresa y la pudiera ayudar.

Espero unos segundos para ver llegar a una chica de cabellos negros y su compañera de cabellos castaños. Ella dos llegaron hablando de que lograron ver a sus artistas favoritas en otra plaza cerca y no se atrevieron a preguntarle si podían tomarse una foto. Pero su sorpresa fue mayor cuando la maknae les saludo con amabilidad. Ellas dos no dudaron en gritar emocionadas.

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– ¡Nosotras también vamos! – hablo Miyeon.

– ¡No! – gritó el mánager principal – Es peligroso y les puede pasar algo.

– Pero es la maknae de quien hablamos – murmuro Shuhua – debe de estar asustada.

– Por favor, señor Suh – pidió Soyeon – Dejemos ir con ustedes.

Estaba apunto de decir algo cuando una de las chicas de recepción lo llamo para pasarle una llamada. No quería imaginarse lo peor, desde recibir una extorsión o una mala noticia de parte de la policía.

– ¿Diga? – preguntó, sintiendo la mirada atenta de las cinco chicas. – ¡¿Aegi?! ¡¿Donde demonios estas?!

Las cinco no dudaron en sonreír en grande para intentar escuchar la conversación de su mánager.

– Quédate ahí, le dire a la traductora Sánchez que nos lleve ahora mismo.

– ¡Donde esta! – gritaron esperando una respuesta.

– En una plaza a medía hora de aquí – contestó – abríguense porque se van a enfermar.

Ellas cinco sonrieron para buscar alguna prenda de ropa no muy llamativa para ir junto a su mánager.

Ellas cinco sonrieron para buscar alguna prenda de ropa no muy llamativa para ir junto a su mánager

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Parte 2/3

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