Segundo libro de "SI ESTUVIERAS EN (G)I-DLE"
¡1,2! I~, hola somos (G)I-DLE
¿Como seria (G)I-DLE con siete integrates? ¿Podrias imaginar a otra maknae, aparte de Shuhua? ¿Una compañera de composición para Soyeon? ¿Una persona que es los dolores de ca...
Miro como las calles estaban vacías mientras iba junto a Yuqi y Minnie a recorrer el lugar. El mánager le había dado permiso de recorrer los alrededores del hotel. Aegi estaba en contra de salir, porque quería terminar el enorme libro de había traído para la gira y poder dormir un poco, porque los constantes cambio de horario le estaban afectando. Pero como sucedió en el país anterior, la sacaron a caminar para que sea de traductora.
– ¿Si tomamos un auto, podemos llegar a la quinta maravilla del mundo? – pregunto Yuqi, mientras tomaba del brazo a su maknae para caminar juntas.
– No – respondió para seguir leyendo.
– ¿Entonces como llegamos a Machi Picchu?
Aegi dejo de caminar para soltar el brazo de Yuqi y cerrar su libro. No podia creer lo que había dicho Yuqi, quería golpearla en la cabeza con su libro por la tremenda tontería que había hablado. Minnie se golpeó con la espalda de la maknae que miraba molesta a Yuqi.
– ¿Qué has dicho? – pregunto Aegi asustada.
– ¿Machi Picchu? ¿No está aquí?
– ¡No! – regaño a la china, Minnie solo reía para colocarse a un lado de su menor – La quinta maravilla es el Coliseo de Roma, que está en Italia. Y no se dice Machi Picchu, es Machu Picchu que está en Perú. México tiene el...
–¿El...? – pregunto Minnie – ¿Qué tiene México?
– Chi...Chicha... – se trabo la menor para ver como las dos mayores se reían.
– Wow, es la primera vez que no sabes una pregunta – se burló Minnie.
– ¡Si lo sé, Kim Minnie! – regaño Aegi a la tailandesa – Es solo que pronunciar la letra "Ch" y "Z" me es difícil – Yuqi solo río con Minnie, que solo abrazo a Aegi por los hombros para apretar sus mejillas – Chicun...Chichén... Itzo... ¡Ya lo tengo! – celebro feliz – ¡¡Chichén Itzá!!
– ¿No es lo mismo? – pregunto Yuqi.
– No, porque en el...Chichén... Itzá – las dos extranjeras solo rieron al ver lo difícil que era palabra Aegi decir esa palabra – vivieron los Az...tecas y en Machu Picchu fueron los Incas. Y no podemos ir ahí, porque estamos en ciudad de México y ese sitio turístico está en....Yuca...Yután... – Aegi solo mencionaba las ciudades con dificultad, que le ocasionaba risa en las dos mayores – catan... ¡Yucatán!
– ¿Te es difícil este idioma no? – pregunto Minnie, Aegi solo hizo un puchero para asentir. – ¿Por qué dices "Cuidad de México", acaso la capital también tiene un nombre difícil?
– No, la capital se llama así, Minnie-yah – contesto Aegi.
– ¿Y el Cristo Redetor? – pregunto Yuqi, mencionando mal el nombre.
– Brasil – contesto la menor. – Y es Cristo Redentor.
– Mucha información para mi cabeza – hablo Minnie para soltar del abrazo a la menor. – Mejor voy a comprar tu esfera de nieve y regresamos al hotel.
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– ¡Unnie! – llamo emocionada para seguir caminando por detrás de sus mayores – Nuestro universo es uno entre muchos. Pero el número total de universos es finito. Y los múltiples universos existentes son similares entre ellos... Te imaginas que los universos paralelos sean reales, donde en otros universos nuestro grupo no exista o tal vez, sí, pero con otras personas... Hay un millón de posibilidades... – levanto la cabeza para dejar de ver su libro – ¿Unnie? – miro a sus alrededores para ver pocas personas en la plaza – ¿Yuqi Unnie? – cerro su libro para acomodarse la mascarilla y gorra – ¿Minnie Unnie?
El sitio era bonito, podia ver cómo era las costumbres del país y de las personas que lo habitaban... lo único malo, es que no sabía dónde estaba y no había traído su teléfono para llamarlas.
- ¡Unnie esto no es gracioso! - grito en coreano, llamando la atención de todos - Me perdí en otro país... genial...
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- ¿Y porque tenemos que comprar las esferas, nosotras? - pregunto Minnie, que tenía la bolsa con la esfera de nieve e iba sujeta al brazo de Yuqi.
- Te recuerdo, que rompíamos las esferas de colección de la maknae - menciono Yuqi - Soyeon nos castigó, debemos reponer esa colección.
- Ya lo recordé, Ginnie ni siquiera se molestó con nosotras. Solo se fue del departamento para evitar gritarnos - susurro Minnie, iban caminando hacia la puerta trasera del hotel.
- Aegi molesta da miedo - menciono Yuqi - Aun sigo preguntarme cómo fue que nos durmió y amarro en Dubái. Fueron las tres horas más largas de mi vida, amarrada en esa silla - Minnie solo negó con los hombros para seguir caminando.
- Tengo sueño... ¡Oye! ¡Aegi! - llamo a la menor que iba detrás de ellas, leyendo un libro - ¿Cuánto es la diferencia de hora que tenemos con Seúl?
Silencio...
- ¡Maknae! - grito Minnie para dar media vuelta y no encontrar a nadie detrás de ellas - ¿Aegi?
- ¿Qué paso? - pregunto Yuqi - ¿Acaso está molesta por haberla sacado de la librería antes de tiempo? - soltó del brazo a Minnie para dar media vuelta y no encontrar a su maknae con ellas - Soyeon y Miyeon, nos van a matar.
- Peor aún... Y si la robaron y están sacándole los órganos ahora...
- ¡Unnie! - grito Yuqi - No hay tráfico de órganos aquí... ¿No?
- ¡Acaso no recuerdas que dijo la maknae en el avión! - grito Minnie desesperada - Los países de América están en la lista de trafico de órgano...
- ¡Manager Suh! - grito Yuqi asustada corrió al hotel para buscar a su manager.
- ¡Manager Park! - grito Minnie, para seguirla.
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Sujeto con fuerza su libro para sentarse en la pileta que tenía la plaza. No tenía pensado seguir caminando porque desde hace varios minutos vio una motocicleta negra a unos metros de ella con dos personas. No tenía nada de valor, solo su libro, el brazalete que compartía con Rosé y el collar que le regalo su hermano. La plaza se iba vaciando poco a poco y las personas que vendían comida se iban retirando también.
Ahogo un grito de miedo cuando sintió como alguien jalaba de su chaqueta negra. Se alejo asustada para ver a una niña de ocho años, color de piel moreno, cabello negro y unas pecas en el puente de su nariz. Ella iba con todo el cabello desordenado y podia notar como algunos mechones se pegaban a su frente.
- ¿Estas, perdida? - pregunto la niña.
- Si - respondió nerviosa, esperando que no sea una trampa para secuestrarla.
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No quiero hacer molestar a nadie. Pero escribí esto, mientras veía la Rosa de Guadalupe.
Espero que las que puedan ir al concierto de México, lo disfruten.
