—Esta delicioso el pollo—Comenté, tratando de romper el incómodo silencio que se había formado en la mesa. Nadie respondió, se extendieron largos segundos de silencio antes de que me atreviera a pegar una patada a las piernas de mi hermana por debajo de la mesa.—¿ah? ¡Si! Delicioso—Olivia asintió frenéticamente antes de volver a enfocarse en su comida.
—Gracias—mamá sonrió amablemente, sin mirar a nadie en particular antes de tomar su copa de vino.
—¿Y qué hiciste hoy, cariño? —La voz de papá se alzó por primera vez en la cena, lo miré de reojo, ni siquiera había desviado la mirada de su comida.
Pasee la mirada por toda la mesa, era obvio que no se refería a mí, pero ni mamá ni Olivia se habían dado por enteradas. "Cariño" ¿se refería a mamá? Imposible. Por segunda vez en la noche tuve que patear a mi hermana menor. Rodé los ojos cuando me devolvió el golpe, y tuve que respirar profundamente antes de hacerle una seña hacia papá.
—Eeh, fui al parque Goundfree con unos amigos y luego me vine aquí a estudiar. —Olivia se encogió de hombros, restándole completamente la importancia.
—¿en serio? ¿quién te trajo? —Nuevamente papá preguntó sin dirigir la mirada a nadie. Sentí la mirada de Olivia inmediatamente sobre mí, y cuando le correspondí, vi la duda en sus ojos, como si me estuviera preguntando qué hacer. Si decir la verdad o no. Tragué en seco, dirigí una mirada a mamá, otra a papá y finalmente volví a mi hermana, ella no tenía por qué protegerlos, así que asentí, suspirando lentamente.
—No quise tomar el autobús así que preferí volver caminando—Confesó.
Papá dejó caer su tenedor ruidosamente sobre el plato, levantando la mirada por primera vez en la cena. Una ráfaga de colera brilló en sus ojos, y casi me arrepentí de decir a Olivia que contara la verdad.
—¿tu? ¿Sola? —Olivia asintió lentamente. —¿Heather?
—¿Uhm?
—Heather tu hija de quince años caminó desde el otro lado de la ciudad ¿y no te importa? —Mamá imitó la acción de papá, dirigiéndole su mirada fría desde el lado contrario de la mesa, apretando los labios. —¿por qué no fuiste por ella?
—Debía ir por Alex al club, salía cuando ya estaba anocheciendo—Mamá se encogió de hombros, sin demostrar ningún arrepentimiento... y juro que vi la vena de papá saltar en su frente.
—¡Alex tiene diecinueve! ¡puede tomar el autobús!
—y tú también pudiste haber ido por ella—Mamá apretó los puños sobre la mesa, esforzándose por mantener una sonrisa calma.
Mierda, ni una cena tranquila podíamos tener todos juntos.
—¡estaba trabajando! ¿acaso tú puedes decir lo mismo? Mierda, Heather, tienes que pasar tiempo con tu hija.
—¿Quieres que empecemos a hablar sobre ese tema? ¿estás seguro, David?
—¡No me amenaces! —Papá golpeó la mesa con su puño, logrando que Olivia pegará un salto hacia atrás, arrastrando la silla con ella. Claro, ella no está acostumbrada a esto como yo.
—¡Mamá! Necesito ir a la tienda mañana—Interrumpí rápidamente, cortando la discusión, aprisionando las piernas de Olivia por debajo de la mesa. Si se levanta y se va, la pelea será cada vez peor.
—¿Qué?
—Necesito cosas para la vuelta a clases, necesito ir a la tienda—Le expliqué apresuradamente, vigilando que papá estuviera calmándose al mismo tiempo que trataba de transmitir tranquilidad hacia Olivia.
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Bajo la tormenta
Novela JuvenilA veces se trata de derrumbarte, de caerte y aprovecharlo para ver las estrellas bajo la tormenta. Alex ha estado perdida toda su vida; en sí misma, en su familia, en ideas que otros construyen sobre ella. Se pierde tan fácil que ya no sabe en dónd...