Capitulo XXXXII

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-Una persona que odia los aeropuertos y otra que les teme a los aviones, sin duda, somos la mejor pareja para algo como esto-Black pasó un brazo por sobre mis hombros, llamando mi atención. Ya estábamos frente a la puerta de embarque que nos correspondía, muchísimo antes que el resto de pasajeros, ya que Alec había insistido en llegar cuatro horas antes.

-Si te pones a gritar que el avión se va a caer, te mato-Le advertí, haciéndolo reír.

-Oh, estaré tan histérico que romperé una ventana y todos moriremos.

-Por favor, morir siempre ha sido mi sueño.

-Boba-Rodó los ojos, apretándome la piel del brazo, haciéndome reír.

-Quizás, pero hablaba en serio, te amo muchísimo, pero si haces un escándalo será mejor que encuentres una forma de volver de la muerte-Negué, llevándome el café a la boca, dándole un sorbo. Cuanto lo odiaba, pero en ese preciso momento, era una necesidad, en especial luego de haber pasado la noche en vela revisando las maletas una y otra vez sin que Alec lo notase.

-No lo haré, lo prometo-Rodó los ojos, plantando un beso en mi frente.

Le miré, planeando amenazarlo una vez más, pero entonces, mi celular vibro y me vi obligada a sacarlo del bolsillo. El corazón se me subió a la garganta, esperaba que mamá viera la carta cuando ya estuviera en el aire, o incluso fuera del país. No quería confrontarla tan pronto. No quería que sucediera algo que pudiera hacer que me arrepintiese.

El alivio me recorrió el cuerpo cuando vi el nombre de mi mejor amiga en la pantalla.

-Ayuda, no soporto a tu amigo-exclamó en cuanto contesté, sonaba algo desesperada. De fondo oí la risa de Mal y música de Britney Spears sonando en la radio. -¿cómo hago para callarlo?

-Bueno, si tienes tiempo podrías buscarle el botón de apagado-Sugerí, sonriendo, divertida. Me había aguantado las primeras semanas, dejado a Lily vivir su duelo tranquilo, pero en cuanto la vi un poco mejor comencé a bromear con que algo podría suceder entre ellos dos. Pero ella ya estaba empezando a odiarme un poco por ello.

-¡Alex!

-Y bueno, si eres demasiado vergonzosa, solo lánzale un zapato, seguro se calla.

-Lo intentaría, pero el idiota está manejando y tampoco quiero morir tan joven-Negó y sonaba más decepcionada de lo que debería.

-Bueno y con un b...

-Si lo dices vuelvo al aeropuerto solo para patearte el trasero.

-No dije nada-Rodé los ojos, resignada. -Solo ve como aguantarlo hasta que te deje en tu casa.

-¡Va en manos libres, por si acaso! -Oí la voz de Mal de fondo y no pude evitar reír.

-Pues tu igual encuentra una forma de soportarla a ella. Ahora concéntrense en el viaje mejor, gracias por traernos-No esperé a que contestara, solo corte.

-¿realmente crees que algo podría surgir entre ellos? -Me cuestionó Alec, tomando nuestro equipaje de mano y comenzando a arrastrarlo hasta unos asientos libres.

-tengo un presentimiento.

-Se llevan muy mal.

-Solo digo-Me encogí de hombros, dejándome caer junto a él.

Alec sacó un libro de su mochila, dispuesto a quedarse leyendo y yo, me quedé en mi celular. Tenía un mensaje de Carter. Una punzada me llegó directo al pecho, no podía creer que en unas cuantas horas estaríamos a kilómetros el uno del otro.

"Como te olvides de mi te mataré, Alex, lo juro. Y de pasada mato a tu noviecito ese. Si no lo hace Sussie primero, ambos sabemos que está furiosa" Me reí, y contesté siguiendo la broma, pero no tarde en notar que Cartes llevaba demasiado tiempo escribiendo como para solo estar buscando una forma de corresponderme. Me quedé casi cinco minutos esperando que terminase de escribir, y no me sorprendí cuando me envió mensaje larguísimo.

Bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora