La Diosa del Río

Con la misma moneda

SANTOS:

Tenía un presentimiento, si no me equivocaba ella estaría en la poza de los suspiros, si estaba ahí, era una clara señal... Ese era nuestro lugar. Uno en donde nos entregamos el uno al otro tantas veces.
Al llegar, me encontré con sus cosas esparcidas por el suelo, no me había equivocado ella estaba ahí, después de una discusión, sorpresivamente se vino un beso.

Y fue ella quién me lo dio, un beso intenso, apasionante. La pego más a mí, estrechándola contra mi cuerpo, lentamente siento sus manos recorriendo por mi torso y desprendiendo cada botón de mi camisa, quise intentar hacer lo mismo, pero me detiene ¿Qué quería hacer?
La camisa pasa a ser historia y cae al suelo, se separa un instante y tomamos aire, mira en dirección a mis pies y se muerde el labio inferior, obedezco a la orden de su mirada y me quito los zapatos y las medias. Al instante la tengo cerca de vuelta, besándome con pasión contenida, con desespero sus manos bajan y me acelero demasiado, sintiendo furor, pasión, adrenalina, todo eso junto.
Como si estuviera a punto de estallar, desprende mi cinturón y también lo deja caer al suelo, sigue sin permitirme que la desvista. En un abrir y cerrar de ojos ya estoy sin ropa y ella seguía con (a mi parecer) demasiada ropa puesta.

Retrocedemos unos pasos y al poco tiempo y sin darme cuenta ya estoy en el agua, pero ella no.

-Espera... -me dice, la observo embelesado, esta mirándome raro. Como si quisiera sonreír, o algo. Juguetea con los botones de su camisa ¿Por qué se tarda tanto? ¿Se va a quitar la ropa para mi?

-¿No piensas entrar? -pregunto impaciente, ella sonríe al fin y niega con la cabeza.

-No, el agua como que esta contaminada. -dice y toma mis cosas del suelo.

-Oye ¿Qu-e estás haciendo? -pregunto pero sin embargo no puedo moverme por que estoy prácticamente desnudo y como si se tratase de un dejavú (en un momento involuntario).