La Diosa del río es un fanfic inspirado en la telenovela Doña Barbara, queriendo darle otro final a mi Doña, uno merecedor de una guerrera que toda su vida luchó contra el mundo, contra ella misma, y contra sus demonios, y que siempre luchó sola...
...
Después de haber dejado a Santos con la palabra en la boca, salgo del cuarto. Voy directo al comedor, donde veo a Pablo ya sentado, leía un periódico, observo la mesa. Había un gran manjar esperando por mi.
-Wow ¿Todo esto lo preparaste tú? -pregunto sorprendida, deja su periódico de lado y se levanta al verme.
-Si... Buenos días. -saluda, me da un beso en la mejilla y me acomoda la silla para que tomara asiento.
-¡Buenos días Destefano! -saludo animosamente, estaba maravillada por todo lo que veía, realmente Pablo me dejaba sin palabras.
-¿Dormiste bien? -pregunta tomando asiento.
-Si... -trato de no poner en evidencia mi nerviosismo, dormí bien, a pesar de que haya amanecido abrazada a Santos. -¿Y tú?
-¡Como un bebé! -contesta.
-¿Como un bebé? -pregunto, arqueo mi ceja.
-Si... De lo mas maravilloso, se siente paz y tranquilidad aquí, aunque si pase un poco de frío. -me mira y sonríe y yo se a lo que se refiere.
-Ay pobre bebito, la próxima me avisas y te consigo una manta o algo.-bromeo haciendo caso omiso a su comentario y él empieza a servirme café.
-Bueno, tal vez el calor humano sea mejor que una manta. -musita, sonrío.
-Tal vez... Eso esta bien. -digo, refiriéndome a la cantidad de café, la taza ya estaba a medio llenar. Y él, no despegaba su vista de mi. -Pablo el café. -sonrío y trato de evitar que se quede bizco mirándome y que vuelva a derramar algo.
-Lo siento. Además es culpa tuya, no puedes venir aquí, así toda hermosa... y esperar que no me distraiga. -apenado termina de servir y empieza a tomar de su café. Lo miro fijamente mientras desayuna, se ve muy guapo recién levantado. Y sonrío -¿De que te ríes? -me pregunta curioso, creo que le contagio la sonrisa por que también esboza una.
-De nada. -no dejo de sonreír.
-Anda, dime. -insiste y toma mi mano a través de la mesa, observo nuestras manos, no se por que sigo sintiendo esa corriente cuando existe algún tipo de contacto.
-Estaba pensando en que... Hoy quiero enseñarte algo. -quería recompensarlo de alguna forma. No podía quedarme así como si nada, después de la sorpresa que el me preparo.
-¿Ah si? ¿Y eso? ¿Que es? -empieza a indagar emocionado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
