De vuelta al ruedo

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SANTOS:

Antonio yacía sobre la cama, frágil y pálido. Blanco como un papel, no soportaba ver a mi amigo de esa forma. Es más, nunca había visto a mi amigo así.

Me daba pánico saber que podría perderlo, ahora estaba tranquilo por que Arias ya lo había examinado, y manifestó que todo estaba en orden con él

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Me daba pánico saber que podría perderlo, ahora estaba tranquilo por que Arias ya lo había examinado, y manifestó que todo estaba en orden con él.

Mandé a la tía Cecilia a que descansara. La pobre estaba desahuciada, se quedo con los niños y también los tranquilizó a ellos. Me ofrecí esa noche a velar por mi hermano. No pude evitar no recordar todo lo que habíamos vivido juntos, desde el miedo por la llorona en la poza de los suspiros, de nuestras peleas, de la separación que tuvimos, hasta esa tonta pelea cuando me enteré de su romance con mi tía.

-Ay amigo, hemos pasado tantas cosas juntos... Esta es una más de ellas, una más que superar -le digo, aunque se que tal vez él no pueda oírme. Lo observo y en su rostro pareciera pintarse una sonrisa, pero sin embargo sigue sin despertar, sonrío yo esta vez. ¿Será que puede escucharme? ¿O quizás solo este soñando con algo en especial?

Pronto parece volver a su estado y deja de sonreír para ponerse un poco más serio, recuerdo ese momento en que Tigre disparó y maldita sea, no podía... De verdad que esta culpa me estaba matando, una gran impotencia al saber que yo pudiera haber salvado a mi amigo, pero sin embargo en ese momento me paralice y no pude hacer nada en absoluto. Me levanto de la silla con los nervios de punta al recordar lo sucedido.

-Esto no se va a quedar asi amigo... Tanto Gonzalo, como Tigre, lo tienen que pagar, o dejo de llamarme Santos Luzardo. -murmuro mientras camino de un lado a otro, me acerco a la ventana para tratar de relajarme. Observo la luna, automáticamente pienso en ella.

Dios, es increíble que hasta en este tipo de momentos no dejara de pensarla, Bárbara, mi Bárbara

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Dios, es increíble que hasta en este tipo de momentos no dejara de pensarla, Bárbara, mi Bárbara... Me pregunto si en este momento ella también estaria pensando en mi.


BÁRBARA:

BÁRBARA:

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La Diosa del RíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora