Celos que matan.

898 36 2
                                    

MARISELA:

Después de ver a Destéfano frente a frente, trago saliva.

-Lo mismo que tú... Buscando a Bárbara -confieso, él me mira sin entender.

-¿Cómo? ¿Ella no está aquí? -indaga bajando sus maletas al suelo. Niego con la cabeza y cruzo mis brazos mirándolo fijamente.

-No, no saben nada de ella desde la tarde -digo con mala intensión, fingiendo incluso algo de preocupación.

-Pero... ¿A dónde habrá ido? ¿Y si le pasó algo? -noto su preocupación y la aflicción en su rostro y me da tanta envidia.

-No lo creo, Bárbara se sabe cuidar sola... pero, no se... ¿Sabes? es extraño... Santos tampoco está en la hacienda. -contengo una sonrisa al ver su rostro encendiéndose, está celoso jah.

-¿Estás tratando de decirme que crees que ellos estén...? -me mira confundido, quizás no sea tan tonto y ya se percató de mi intensión.

-No lo sé... pero quiero saberlo ¿ no? -tiro algo de veneno, una vez más.

-Es una locura... -susurra negando con la cabeza.

-No lo es... ¿Te parece si los buscamos?

-No creo que sea necesario, Marisela por Dios... -reitera él.

-¿A qué le tienes miedo? ¿A descubrir que mi teoría puede ser cierta? no perdemos nada con buscarlos, consigues saber si tu Bárbara está bien, y yo consigo a mi esposo -propongo seriamente, él me mira como estudiando mis gestos, como queriendo saber si que andaba mal. Si en donde estaba la trampa.

-No le temo a eso... -suspira y pasa una mano por su cabello -Pero esta bien, vamos... Necesito saber si ella está bien -alega y me ofrece el paso como todo caballero.

Y así fue como lo induje para buscar a Bárbara y de paso a Santos, nos montamos en nuestros respectivos caballos y empezamos la búsqueda.
Pasamos por el palmar, nada de nada, todo estaba tranquilo, la noche pintaba serena.

-No creo que estén juntos, Marisela. -dice él, ya con el gesto cansado.

-Si eso crees es por que no conoces lo suficiente a tú Bárbara... Todavía nos queda un lugar por recorrer, y estamos cerca así que... -digo adelantándome.

La Diosa del RíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora