Cantar las verdades.

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SANTOS:

Después de que me haya dejado solo frente a todos, me levanto de la mesa, automáticamente desvío la vista en dirección a Antonio, que me mira con diversión.

-¿Qué pasó hermano? -me pregunta una vez que me acerque hasta a él, estaba como aguantándose la risa y yo tomo la botella que estaba sobre la mesa.

-¿Qué pasó hermano? -me pregunta una vez que me acerque hasta a él, estaba como aguantándose la risa y yo tomo la botella que estaba sobre la mesa

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-Nada, me dejó con la palabra en la boca por seguir a ese pelele. -respondo de mal humor.

-¡Santos basta! -me quita la botella de inmediato. -Con beber no vas a hacer que Bárbara te haga caso... Si la quieres recuperar has algo productivo pero no bebas. -me regaña y yo suspiro resignado. Tal vez temía que volviera a mi vieja afición, a hundirme en la depresión y el alcohol.

-Tienes razón Antonio... Pero ¿sabes? la voy a recuperar, cueste lo que me cueste, vas a ver. -aseguro, me muestro pensativo... ¿Cómo podría volver a conquistar a Barbara?

-Eso lo quiero ver... ¿Pero que piensas hacer con Marisela? -me pregunta, expectante a mi respuesta.

-Le voy a pedir el divorcio... Esperemos que no se oponga ni me haga berrinches. -juego con mis dedos.

-Marisela te ama Santos... La vas a lastimar mucho.

-Pero yo no la amo Antonio... No quiero hacerla mas infeliz, no quiero lastimarla mas. -paso mis manos por mi rostro, estaba realmente estresado por la situación, traía la cabeza gacha.

-Deberías de hablar con ella, así como están las cosas no creo que Marisela te firme el divorcio, además... Si no la quieres ver sufrir también deberías de estarte alejado de Bárbara, al menos por un tiempo, hasta que las aguas se calmen...

-Pero ni siquiera sé hasta cuando se va a quedar Antonio, tengo miedo de que ella se vaya de repente y me deje solo. -confieso con pesar. Vuelvo la vista a mi fiel amigo, quién niega con la cabeza.

-Ay Santos... De verdad te tiene embrujado. -bufa, me da luego suaves golpecitos en la espalda.

-Bastante... Hermano necesito reconquistarla, a como de lugar, la necesito. -susurro, justo la veo salir.

-Pues empieza por lo básico Santos... -me aconseja pero no le presto atención.

-Espera Antonio... Espera. -le vuelvo a cortar, en seguida me levanto para salir detrás de Ella.

MARISELA:

Esa siesta, voy al pueblo a gestionar todo para la venta, pierdo valioso tiempo en la jefatura, Mujiquita empieza hablar, y la verdad que no le presto la mas mínima atención.

La Diosa del RíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora