¿Debería confiar en Holden?

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En la van

Holden abrazó a Elena en todo el camino. Ambos en el asiento trasero, solo que ella recostada en sus brazos. De repente Elena pensó en la tía Lin y rápidamente dijo:

Había una persona conmigo, la tía Lin...

Ya fue enviada al hospital.

Él respondió tajantemente.

Mirándose el uno al otro, los ojos de Holden estaban un poco fríos y aislados, al percibir esto, Elena evitó su mirada y con la cabeza agachada menciono en casi un susurro:

Gracias por esta noche.

Al verla nerviosa, Holden sonrió, no tenía la intención, pero quería estar calmado.

Aparte de agradecerme, ¿no hay nada más que quieras decirme?

Elena se mordió ligeramente los labios rojos.

En ese momento, Holden dejó caer su mano en el escote de ella. Fue tan rápido, que Elena le ha agarrado la mano, un poco asustada dijo:

─ ¿Qué quieres hacer?

Él se burló un poco sarcástico y luego abrochó los dos botones que estaban esparcidos por su escote.

¿Quieres que lo diga delante de todos los presentes?

Elena sabía lo que quería decir su esposo, pero el suceso con Pollard la dejo alterada y a la defensiva, realmente no quería ofenderlo. Eso solo provoco que se avergonzará más, cambió de tema:

Quiero ir al hospital con la tía Lin.

Estaremos allí en poco tiempo.

Elena quiso levantarse y dejar su abrazo, pero el brazo que la sujetaba de la cintura era tan fuerte como un aro de hierro, y no podía soltarse.

Lo intentó un par de veces con inquietud, hasta que hizo que el hombre frunciera el ceño desagradablemente y provocara que la sujete con más fuerza.

Elena frunció las cejas por el dolor y no se atrevió a moverse de nuevo. La van seguía avanzando hacía el hospital, y en la ventana, el reflejo exquisito de Holden se reflejaban, él se sentía algo abrumado así que desacomodo su corbata y dijo en voz baja:

─ ¿Recuerdas lo que te dije?

Elena por supuesto que recordaba lo que dijo, pero de igual forma le recordó su trato, una vez más:

─ Sí, lo recuerdo y tengo que admitir que sí no llegabas a tiempo, la situación sería desagradable, pero también tengo que recordarte que solo tenemos un trato y ninguno interfiere en sus asuntos del otro.

Solo un trato.

Los ojos de Holden se oscurecieron:

¿Crees que solo somos un trato?

─ Sí.

Holden la aparto de su abrazo:

─ ¡Pues, para mí no es así!

Elena nunca lo había visto perder los estribos de esa manera, así que se alejó de él, sentándose al otro extremo de la van. Holden se rio enojado.

¿Por qué piensa que solo son un trato?

¿Cuándo se volvió tan obediente?

Ninguno de los dos volvió a hablar durante el viaje al hospital.

Hospital Privado

La tía Lin se encontraba en la zona exclusiva de cuidados intensivos, le han administrado suero, añadido un monitor de latidos y la cuidan enfermeras profesionales.

Elena sabía que Holden hacía todas estas cosas por ella. Era un hombre que tranquilizaba a la gente, quería que confiaran en él.

La tía Lin está en coma, su estado no es muy bueno. Elena se sentó en el borde de la cama y tomó la mano fría de la anciana, sintiéndose muy triste.

En ese momento, una voz encantadora sonó desde lo alto de su cabeza:

Deberías comer algo primero.

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora