La sentencia

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Rovena miró a Lenin muy decepcionada:

─ Señor Zhao, has destacado en este instituto por tu buen desempeño académico, así que seré tolerante. A partir de hoy, ya no serás líder de equipo y permanecerás en el hospital en observación.

Lenin se desplomó directamente en el suelo, su rostro tan gris como la muerte. Ya no era el líder del equipo y sus esfuerzos y orgullo habían desaparecido.

Aún no sabía de donde nacía la confianza de Elena, ¡era miserable!

─ Elena, ya se ha resuelto el asunto con el señor Zhao. Ahora nos ocuparemos de ti, acompáñame a la oficina.

Elena siguió los pasos de Rovena, pasando junto a Jasmine en este momento, Elena se detuvo porque su hermanastra la llamó.

Elena...

Jasmine curvó sus suaves labios. Aunque la derrota de Lenin la molestó mucho, su verdadero objetivo era expulsar a Elena del instituto.

Deberías también debes admitir la verdad ante la directora Rovena. Todos ya saben que has engañado a tu esposo, deberías admitir tu amorío con el señor Lu y darte de baja del instituto.

Elena sonrió hacia Jasmine y dijo en voz baja:

¿Quieres apostar a que nunca dejaré el instituto?

Los ojos de Jasmine se volvieron fríos, ¡Elena iba a ser expulsada ahora! El descarrilamiento de su hermanastra es un hecho indiscutible, ¡y ella debería dejar el instituto para no manchas su reputación!

Rovena se adelantó y Elena la siguió.

En ese momento, Barona llego a su lado para seguirle el paso:

Elena...

Elena se detuvo y miró a la directora.

Directora Rovena, ¿puedo decirle algo a Barona?

La tez de Rovena era muy mala, pero asintió con la cabeza:

─ Adelante.

Rovena no se fue, así que presencio la conversación de las jóvenes. Barona ya había abrazado a Elena y le suplicó perdón.

─ Elena, todo esto fue mi culpa. ¡Yo debería asumir tu responsabilidad! Fue mi culpa, si no le hubiese creído a Lenin...

─ Barona, no deberías preocuparte por nada. Holden y yo estamos realmente juntos.

La joven quedo impactada, al ver la reacción de ella, Elena sonrió y palmeo sus hombros.

─ Por eso no es tu culpa. Tarde o temprano todos iban a saber mi relación con el presidente Lu, así que no te preocupes.

Al hablan, Elena dejo una nota en las manos de Barona.

─ Esto es para ti.

Barona lo abrió y vio que era una fórmula dietética medicada.

─ ¿Para qué es esto?

─ Es una receta para que bajes de peso.

Ante la mención de esto, las expresiones de inferioridad de Barona se desvanecieron. Elena le tomó la mano con fuerza.

─ Barona, tu físico no te ha limitado a ser optimista y valiente, por eso es que te admiro mucho. Sé que cada mujer tiene su propia belleza y que tampoco necesitas cambiarte o vivir a la medida de otros hombres u personas, pero porque te quiero mucho, he escrito una receta médica para bajar de peso. Quería dártela antes, pero ahora que te vi con tanta confianza, ahora es tu elección seguirla o no.

Barona se conmovió y escucho atentamente a Elena.

─ No hay atajos para bajar de peso, esta dieta medicada requiere ejercicio y una dieta balanceada. Todo esto definirá tu autodisciplina, así lograrás llevar una vida saludable a partir de ahora.

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora