La otra cara de Henry

330 21 0
                                    

La señora Gu odiaba mucho a Usha, al enterarse de que ella había vuelto a Darenvil supuso que su hijo ya la había llevado a su villa, por lo que tan pronto como entró, ella dijo en voz alta que era la perra de la familia con la intención de que la escuchara.

Henry frunció sus delgados labios, luego miró al guardaespaldas vestido de negro con calma, así que el guardaespaldas dijo con reverencia:

Señora, Joven Gu, bajaré primero.

Una vez que el guardaespaldas se fue, Henry metió una mano en el bolsillo del pantalón y sus hermosos rasgos faciales veían a su madre con un poco de desagrado.

─ Mamá, recuerda que eres la señora Gu debes compórtate como tal ante tus sirvientes y no decir esas cosas de Usha.

La señora Gu usa un atuendo de lujo, ella luce hermosa, pero su rostro simplemente refleja el desprecio que siente por la joven antes mencionada. Su resentimiento igual se debía a que no ha sido amada adecuadamente por su esposo durante años y al escuchar a su hijo defendiendo a Usha solo pudo incentivar más su ira.

─ ¿No es Usha la perra de la familia Gu? Te recuerdo que su mamá, Beatrice, fue la amante de tu padre, ella aprovecho que era el primer amor de tu padre y cometieron infidelidad cuando estaban casados. ¡Quin Ye y yo los encontramos en la habitación de un hotel en pleno acto!

Mientras más hablaba ella, más alzaba la voz.

─ Nadie sabe desde cuando lo venían haciendo, pero sospecho que Usha es la hija de tu padre, por eso creo que la adoptó cuando su familia murió, él la trajo incluso cuando me opuse. ¿No te das cuenta? Ella ha vivido bien gracias a tu padre, sino es su hija, entonces creo que esa perra se ha metido con mi esposo, no lo dudaría ni un segundo, ¡te aseguro que esa perra es la nueva amante de tu papá!

¡Suficiente!

Henry calló fuertemente a su mamá, su rostro lucía completamente rojo, estaba furioso por cada palabra que decía su mamá, pero recupero su cordura y hablo seriamente:

─ Si no tienes nada más que decir, te pediré que te retires de mi casa.

─ Henry, todo lo que digo es una realidad. ¿Por qué te enojas? Oh no...

Entonces la señora Gu se dio cuenta.

─ ¿Te has enamorado de Usha? ¿Qué hizo? ¿Ella te hechizó? ¡No lo puedo creer! ¿Incluso sabiendo que es la amante de tu padre, todavía quieres que sea tu mujer?

Henry apretó sus finos labios:

Mamá, ya he dejado en claro que no la amo. Estoy buscando a la nuera perfecta para ti.

La señora Gu le ha externado a su hijo los requisitos que debe cumplir su futura nuera, ella debe ser hija de familia reconocida, inocente y altamente educada, aunque aceptaría cualquier propuesta con tal que Henry olvidara a Usha.

─ Dime entonces, si no te agrada, ¿por qué la consientes? ¡Todo Darenvil sabe que gracias a ti Usha ha triunfado en el entretenimiento!

Henry miró a su madre y luego susurró:

─ La mejor manera de arruinar a una persona es sosteniéndola hacia el cielo y luego dejándola caer al suelo, ¿no crees? Solo quiero que Usha se enamore de mí para acabar con ella. ¿No recuerdas lo que pasó en su cumpleaños 18? Una vez que se entregó a mí le hice saber era igual a una mujer regalada... Estoy haciendo lo mismo ahora, la atrapó para luego apuñalarla por la espalda.

Su mamá recordó que se sintió muy satisfecha cuando escuchó el espectáculo de la fiesta 18 de Usha, pero eso no alcanzo para sentirse plenamente feliz. Sabía que su esposo amó en vida a Beatrice y que su hijo ande enredándose, incluso sí es su forma de vengarse, con la hija de la difunta le disgustaba mucho.

Henry, a lo largo de mi vida solo he contemplado dolor y fracaso en mi matrimonio todo por culpa de tu padre y Beatrice.

La señora lo miró con sus ojos enrojecidos:

La noche en que me quede discapacitada, estaba a punto de suicidarme, pero entraste tú a auxiliarme, en mi conciencia solo escuchaba tu voz que me imploraba que no muriera... Y aquí estoy... Quiero ver que te cases con una buena mujer, que tengas una vida plena y con muchos hijos. No debes defraudarme, si te enamoras de Usha, no tendré ningún motivo para seguir viviendo.

Henry dio un paso adelante y se puso en cuclillas frente a la su mamá, sosteniéndola de sus manos, le aseguro:

Mamá, lo sé. Yo no amé a Usha, no la amo y no la amaré.

Él se lo decía más para sí mismo que para su mamá, pero la señora Gu estaba conmovida así que acarició la cabeza de su hijo.

─ Henry, sé que eres un adulto ahora y también confió en que harás lo correcto. Espero que ahora que Usha ha vuelto lo manejes tú mismo. Me voy a casa.

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora