La novia sustituta del millonario, pt.1

El efecto del vino afrodisiaco

Henry la miró sin hablar, Usha extendió dos manos contra su pecho y lo empujó con fuerza.

La ambigüedad entre las dos personas se disipó rápidamente y él dijo con seriedad:

─ Elena acaba de tomar una copa de vino afrodisiaco. ¿Tú bebiste?

¿Uno? Usha rápidamente frunció el ceño, no esperaba que el vino fuese afrodisiaco... ¡Elena se bebió tres copas!

─ No bebí nada.

Cuando Usha terminó de hablar, sacó su teléfono y llamó a Elena. Pero este sonó varias veces y nadie respondió. Ella estaba a punto de llamar de nuevo, pero Henry tomó su teléfono móvil.

─ ¿Qué estás haciendo? Devuélveme el teléfono, llamaré a Elena.

─ ¿Por qué te preocupas tanto por marcarle? ¿Acaso quieres estar presente para la primera vez de tu mejor amiga?

Usha estaba enojada y no le respondió, por lo que Henry quiso apaciguar el ambiente y habló de nuevo:

─ James ya ha llamado a Holden, no necesitas preocuparte por los asuntos de Elena, ahora te llevaré a casa.

James se encontraba en la oficina del bar y ya había marcado el número de Holden. Pronto, la llamada se conectó y la voz profunda y magnética de su hermano mayor respondió:

─ Hola, James.

─ Hermano mayor, espero que lo que te diré a continuación no te haga querer matarme.

Holden estaba concentrado mientras conducía. Sentada en el asiento del pasajero, estaba su esposa en estado de embriaguez. Todo su cuerpo flotaba y se calentaba lentamente.

─ Hace tanto calor...

Ella extendió la mano, tiró del lazo entre su cuello y también se quitó dos botones a la vez, revelando un poco de su piel... Planeaba desvestirse.

En ese momento, la voz de Holden atrajo su atención:

─ No te lo quites, ¿de acuerdo?

Elena giró rápidamente la cabeza, sus ojos claros y borrosos se encontraron con los ojos entrecerrados de Holden, vio que los ojos de él se movían lentamente desde su rostro hasta su delicada y descubierta piel, supo entonces que su pecho quedo al descubierto y se asustó.

Holden también la miró, rodando su nuez de Adán con indiferencia:

─ No te desnudes o tendré que deshacerme de todos.

Ella se cubrió el escote con sus manos, parece haber recuperado un poco de su cordura.

¡Dios mío! ¿Qué estoy haciendo? ¿Planeaba desvestirme en frente del señor Lu? Extendió la mano para cubrirse su rostro.

Holden miró al frente y respondió a James por teléfono:

─ Dime, ¿qué pasa?