La novia sustituta del millonario, pt.1

Presentándose ante Haron

Holden retiró la mano de la cara de Elena, sus ojos se posaron en el rostro de la directora:

─ ¿Pasa algo?

La calidez del ambiente se desvaneció en un instante, y él volvió a la habitual apariencia fría mientras miraba a Haron.

Haron sonrió:

─ Holden, ¿quién es ella?

Al escuchar la pregunta de Haron, Elena se puso de pie.

─ Directora Haron, soy la nueva doncella de la familia Lu.

¿Doncella? Haron sospechaba un poco.

Una vez presentada, Elena se despidió:

─ Me tengo que retirar, el mayordomo Freddy me espera abajo, disfruten su velada.

Holden miraba la bonita sombra de Elena desaparecer. Haron se dio cuenta de esto, él también miraba con un inquietante interés a esa doncella, pero disimulo:

─ Holden, es mi primera vez en tu mansión. ¿Puedes llevarme a recorrer los alrededores? Quiero recordar cada rincón.

─ Si quieres ver los alrededores del Jardín Verde, puedes decirle a uno de mis sirvientes que haga el recorrido contigo.

Después de eso, Holden también se fue.

Haron se quedó paralizada en su lugar, él la dejo sola en la habitación. Sabía que, como un gran gigante de la ciudad, el hombre tenía muchas mujeres en puerta a las que no les ha dado oportunidad, sin embargo, a ella la ha invitado a su mansión, creía que era un paso importante en su conquista.

Ella estaba emocionada, pero al mismo tiempo, también se sentía extraña. Holden siempre se había mostrado indiferente con ella.

Justo como ahora.

Sin embargo, dado que tuvo esta oportunidad, debe darse prisa, debe convertirse en la mujer del supremo empresario.

Elena entró a la cocina y le preguntó a Freddy lo que podía hacer para ayudar. El mayordomo no sabe que está sucediendo y tampoco quiere llevar la contraria a la señorita:

─ Señora Lu, ya dividimos las tareas aquí, pero puedes ayudarme limpiando la sala de estar.

Elena asintió y en seguida se dirigió a la sala de estar.

El mayordomo se secó en secreto el sudor frío de la frente. El joven amo aprovecho que su abuela no está para traer a otra mujer a la casa y gastarle una broma a su esposa, sí la anciana se entera, ¡definitivamente mataría a su nieto!

Elena entró en la sala de estar. Justo ahora, la doncella fue al jardín trasero y recogió unas hermosas rosas rojas. Se arrodilló sobre la suave alfombra de lana y puso las rosas en el jarrón.

En este momento, boom, alguien le pegó en la cabeza con algo. Ella miró hacia atrás y vio a Holden sentado en el sofá de la sala de estar, sosteniendo un periódico en la mano, pero sin leerlo.

¡Le tiró una fresa en la cabeza!

¡Este hombre!

Elena le dio una mirada feroz.

Holden la miró también.

Hoy, su esposa usa un vestido sin mangas de color amarillo crema por dentro y un cárdigan por fuera. Ella es delgada y elegante.

Ahora está arrodillada sobre la alfombra, sus piernas se mantienen juntas, sus pantorrillas son largas y delgadas, delicadas y blancas.

Ella estaba enojada, y sus ojos oscuros y acuosos le dieron una mirada feroz, como un pequeño gato de leche. Pronto, Elena extendió la mano, recogió la fresa de la alfombra, y le devolvió el golpe.

Al mirar esta escena, Freddy se sonrojó y rápidamente se escondió en la cocina.

Holden, en cambio, no esquivó la fruta que golpeó su hermoso rostro. Frunció sus delgados labios y miró a Elena:

─ ¿Qué actitud es esta doncella? ¿Cómo te atreves a golpear a tu amo?