La novia sustituta del millonario, pt.1

La amante de Holden

¿Quién es esa mujer? Holden es un hombre estricto, ese es su teléfono móvil personal y no permite que cualquiera lo usé.

¿Es su amante? Debe serlo, se tomó el tiempo de responder mientras se estaba bañando.

¿Por qué Elena se sentía así, triste y enojada? Fue un matrimonio preparado, es normal que tenga una amante afuera.

Elena se sintió triste otra vez. Cuando tenía once años, su vida cambió, fue abandonada por todos y a partir de esa experiencia aprendió a crecer de forma independiente, a adaptarse a la soledad.

Se tenía a ella misma. A excepción de Usha, no se atreve a confiar en nadie más. Ella no quería ser apuñalada por la espalda por sus seres queridos, no quería sentirse así de nuevo.

Sin embargo, este hombre llamado Holden irrumpió en su vida de manera tan poderosa y dominante, tomó tan poco tiempo romper lo que había aprendido en diez años y se volvió dependiente de él.

La dependencia se convertirá en un hábito y la debilitará.

Las manos y los pies de Elena estaban fríos, pero se calmó. Sacó su teléfono móvil y le envió un mensaje de texto a Pollard:

Elena: ¡Nos vemos mañana por la noche!

Edificio de negocios empresarial, EE.UU.

En la suite presidencial, Haron, la directora de relaciones públicas, miró con extrañeza el teléfono móvil que tenía en la mano. En este momento, el secretario de Holden la descubrió:

─ Directora Haron, no tiene permitido estar aquí, debe irse.

La directora dejó un documento sobre la cama:

─ Secretario Yanini, este es un documento urgente para el Presidente, se lo traje personalmente.

─ Le recuerdo que el Presidente ordenó que ningún personal entrara a su habitación sin permiso, si tiene un documento importante debe entregármelo a mí. Esto no puede volver a suceder.

─ Sí, secretario Yanini.

─ ¿Quién ha marcado?

─ No lo sé, colgaron de inmediato.

Yanini tampoco se lo tomó en serio y agitó la mano:

─ Regrese a trabajar. El Presidente planea regresar a Darenvil el día de hoy y no quiere imprevistos.

─ Secretario Yanini, ¿por qué el Presidente está tan ansioso por regresar a su ciudad?

─ Directora Haron, usted está a cargo de las relaciones públicas en la empresa, limítese a hacer su trabajo.

Con eso, Haron se retiró de la habitación, dejando a Yanini con la misma curiosidad. ¿Será que el Presidente está volando de regreso por... ese mensaje? ¿Qué fue lo que recibió? ¿Quién le envío ese mensaje?

Hotel Dorset

Elena se encontraba en el hotel, justo en la suite presidencial 8206. Leyó el número varias veces, hasta que al final, tocó el timbre.

Pronto, Pollard la recibió. Elena entró y la puerta se cerró detrás de ella. Examino el lugar en busca de una persona en especial:

─ Pollard, ¿dónde está la tía Lin? ¿Acaso me mentiste? No me estés gastando una broma, quiero ver a la tía Lin.

─ Ella no está aquí, pero tampoco estoy mintiendo, ahora la escucharás.

Marcó un número de teléfono y lo dejo en altavoz. Elena se acercó a él, y de inmediato, se escuchó la voz familiar de la tía Lin:

─ Hola... hola, ¿eres Pollard? ¿Por qué no hablas?... Joven, ¿Cuándo me dejarás ver a la pequeña Elena...?

La tía Lin siempre le ha llamado pequeña Elena. Han pasado diez años. Elena ha crecido, pero la tía Lin todavía la llama así. Sus ojos se tornaron tristes, no tardaba en comenzar a llorar. Todos la habían abandonado y olvidado, pero la tía Lin, ella la seguía amando.

─ Hola tía Lin, soy yo, la pequeña Elena.

─ ¿Realmente es usted?

Tos. La tía Lin en el otro extremo comenzó a toser violentamente. Cuando Elena lo escuchó, supo que la salud de la anciana era grave, parecía estar muriendo.

Le arrebató el teléfono a Pollard y dijo nerviosamente:

─ Tía Lin... iré...