Elevador sexual

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Holden entró en su elevador exclusivo y mantuvo a Elena en esa posición hasta que ella lo empujó.

─ Señor Lu, puedes bajarme.

Él la apretó contra la esquina de la pared, con labios delgados cayendo sobre su fragante frente, la miró para decirle en voz baja:

Déjame ver tu herida. Al día siguiente recordé todo lo que hice, pero no sabía cómo quedaste, ¿te hice mucho daño?

No, solo fueron lesiones menores, ahora están mejor.

¿De verdad? Déjame ver.

Hoy Elena usaba un vestido overol con una blusa floral sin botones, se veía muy hermosa con los colores amarillos. Holden tiró de la correa del vestido y se lo quitó, sintiendo que compartía un momento de intimidad con ella, con una sonrisa, dijo en voz baja:

─ No puedes imaginarte cuanto me gusta como luces en el vestido.

El rostro de Elena se sonrojó. Él la miro, la joven es bella con todo lo que use y eso le gusta mucho; para ser considerado un hombre bastante maduro, de vez en cuando dejaba ver lujuria y maldad a través de su mirada.

Señor Lu, no te he visto por tres días y tu confianza sigue intacta.

Holden continuo con su hazaña, bajó la otra correa del overol, iba a tirar de la blusa cuando Elena lo detuvo.

─ Dije que las heridas ya sanaron, ¿acaso estas usando eso como pretexto para aprovecharte de mí?

Ella lo miró acusatoriamente y él le apretó la nariz.

─ Para nada, de verdad solo quiero echar un vistazo, lo prometo.

─ No. Este ascensor está monitoreado, me van a ver.

─ Este es un ascensor exclusivo y personal, por lo que no hay vigilancia.

Dicho eso, Holden alzó la blusa, él había estado preocupado, pero no se atrevió a preguntar. Ahora que Elena regresó, tuvo el valor de mirar sus heridas. Ningún rastro, las heridas habían desaparecido.

─ Listo, has visto suficiente.

Elena volvió a acomodarse su blusa, evitando la mirada de él.

─ ¿En serio todo está mejor?

─ Te lo he dicho, las heridas no fueron graves así que desaparecieron con un poco de ungüento, aunque... Todavía me duele un poco aquí.

Llevo la mano de su esposo hacia su cuello y éste observó su herida. Aún tiene una marca aquí, se podía ver vagamente.

¡Soy un completo idiota!

Enterró su hermoso rostro en su cuello, con avidez inhaló la fragancia que lo fascinaba y sus delgados labios cayeron sobre la herida, besó repetidamente:

Lo siento, lo siento...

Él sabía que la disculpa por palabra no es suficiente para demostrar lo arrepentido que estaba, pero en ese momento tenía la necesidad de decirla varias veces.

Elena dijo con una sonrisa.

Te perdonaré esta vez, pero no debes morderme de nuevo.

Holden le dijo susurrando cerca de su oreja:

─ Déjame morder, prometo que esta vez lo haré suave.

Él mordió el lóbulo de la oreja de Elena y ella lo alejó rápidamente con sus manos presionadas en el pectoral.

─ Señor Lu, mientras más beses en ese punto, más erótico se vuelve.

Holden la escuchó, su reacción, por primera, vez no tenía filtro. Él dejo de sujetarla por las pantorrillas y la deslizo hasta dejarla completamente en el suelo, para luego darle la vuelta y poder abrazarla por la cintura.

─ ¿Esto también es erótico?

─ ¿No has sido lo suficientemente erótico el día de hoy?

En ese momento el ascensor se abrió y ambos salieron, Elena en los brazos de Holden, y se dirigieron a una habitación.

─ Si tienes mucha curiosidad, puedo enseñarte lo que es verdaderamente erótico.

Elena sintió que era suficiente de hablar esos temas con él, así que cambio la conversación:

─ Señor Lu, descubrí que te gustan las jóvenes de 20 años, ¿te dejaré de gustar cuando tenga 30?

La sociedad ha enseñado que los hombres poderosos deben tener mujeres jóvenes a su lado, por lo que Elena se preocupó un poco.

─ Antes de ti, no me había imaginado tener una mujer para toda la vida, no me interesan las mujeres jóvenes en sus 20, solo me interesas tú.

Y con esa confesión, ambos entraron a la habitación presidencial Lu. Desde las ventanas se podía ver el panorama de toda la ciudad e incluso del Jardín Verde.

Estaba fascinada.

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora