La novia sustituta del millonario, pt.1

La historia de vida de Zheneria

La familia de Zheneria es pobre, pero a ella le encantan los lujos y la vanidad. Solo es amiga de Yoseline, porque de esta obtiene algunos beneficios, por ejemplo, la ropa y los bolsos de diseñador que ya no quiere, se los queda ella. Ser su amiga, implica que la llevaría a los lugares más exclusivos, como Bar 1949, para beber vino caro.

Esa es la vida que siempre ha deseado.

A ella no le agradaba Yoseline en el fondo, envidiaba su vida, es una tonta, pero una con suerte. Seguirla era una obligación para ella.

Elena dijo que era la perra de Yoseline, lo cual era completamente correcto, pero Zheneria no quería que otros lo dijeran. Por eso odiaba a Elena, incluso más que a Yoseline. Sentía que la hermanastra de su amiga debería estar en el nivel más bajo que ella, pero la vida la ha tratado bien.

Como estaba aburrida y abrumada por la vida que lleva, bebió en secreto dos vasos de vino que contenía un alto grado de alcohol, quedando algo borracha.

En ese momento, entro Pollard Su.

Al verlo, Zheneria se levantó rápidamente:

─ Señor Pollard, ¿está buscando a Yoseline?

Pollard dio un vistazo a la habitación y no vio a Elena, se suponía que iba a estar ahí. Sus ojos se posaron en el rostro de Zheneria,

─ ¿Dónde está Elena?

Zheneria apenas podía mirar directamente el hermoso rostro de Pollard. Toda Cenicienta imaginaría que un día llegaría su príncipe azul, se enamorara de ella y la convertiría en una princesa que todos envidiaban.

Pollard, uno de los cuatro gigantes de la ciudad, es el príncipe azul. Siempre que Pollard estaba con Yoseline, Zheneria había fantaseado con poder reemplazarla.

A Zheneria le gusta Pollard.

Esta fue la primera vez que las dos personas estaban solas. Los latidos del corazón de Zheneria casi saltaron de su pecho. Miró a Pollard llorosa:

─ Hum, ella acaba de salir con Yoseline.

Pollard frunció el ceño y se sentó en el sofá:

─ Entonces esperaré aquí.

Él no volvió a mirar a Zheneria, sino que sacó el teléfono del bolsillo. Ella seguía nerviosa, miró el hermoso rostro de Pollard con admiración y luego se apresuró a servir una copa de vino tinto para él:

─ Pollard, toma una copa.

Se estaba acercando a entregar la copa de vino, pero estaba un poco borracha y el hombre frente a ella le gustaba mucho, nerviosa, tropezó con su propio pie y cayó en los brazos de este.

Yoseline salió con Elena, pero Elena no le dijo nada, simplemente caminó por su cuenta, lo que la desespero.

─ Elena, ¿qué querías decirme?

Elena se acercó a la puerta del baño y sonrió:

─ Solo quería que me siguieras al baño.

Yoseline se sorprendió, había sido engañada por Elena, así que inmediatamente maldijo:

─ Elena, ¡eres una maldita!

Se dio la vuelta y regresó a la habitación.

Elena miró la figura enojada de Yoseline y se preguntó si Zheneria la decepcionaría.

Yoseline abrió la puerta de la habitación y entró:

─ Lo siento por...

En el segundo siguiente, la voz de la joven desapareció porque Zheneria se arrojó a los brazos de Pollard como si estuviese esperando un beso.

Esta escena es extremadamente inconcebible. Se sorprendió y su ira ya le había quemado el cerebro. Inmediatamente preguntó:

─ Zheneria,¿qué crees que estás haciendo?