La foto

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Lenin aprovechó la petición y el miedo de Barona para empujarla fuera del auto, no sin antes arrebatarle la bolsa. Cerró las ventanas, puso seguro y no permitió que la chica reclamara sus cosas.

Él encontró el teléfono móvil de la joven e inmediatamente abrió sus mensajes de WhatsApp como si de buscar información se tratará.

¡Bingo!

Lenin vio la foto que Barona le envío a Elena y sonrió con satisfacción. Como si de un máster en rapidez se tratará, él se reenvió la foto y posteriormente se la envió a Jasmine.

─ ¡Devuélveme mi bolsa y mi teléfono!

Éste bajo la ventana del copiloto y le aventó la bolsa a Barona en la cara, por la acción imprecisa, ella cayó al suelo.

Lenin mostró de nuevo la cara de asco.

Barona, te he dejado lejos, muy lejos de casa. Si corres durante ocho horas, podrás perder peso. Velo como un favor y recuerda... ¡Me das mucho asco, nunca me gustaste, no me gustas y nunca me gustarás!

Barona sabía que a Lenin no le agradaba, pero no esperaba que la odiara a ese grado de dejarla varada en una carretera desconocida. Aunque sabía todo esto, no pudo evitar sentirse mal y comenzó a lagrimar.

─ Lenin, por favor, devuélveme también mi teléfono.

─ Tu teléfono lo tomaré prestado. ¡Mañana habrá un buen espectáculo en el instituto! Nos vemos.

Barona se levantó para intentar subirse de nuevo y arrebatarle el teléfono, pero Lenin fue más rápido, aceleró el auto y volvió a ocasionar que la joven se caiga, esta vez de rodillas en la carretera y la sangre fluyo.

Una vez más, ella logró ponerse de pie, y con las rodillas desangradas, comenzó a caminar para descubrir un dolor interminable en cada paso. Era obvio que estaba lejos de casa, no creía llegar en ocho horas, además el cielo estaba oscureciendo.

Camino unos cuantos metros más y de repente llovió, Barona se empapó, aunque eso no detuvo su marcha.

Su cuerpo estaba frío y dolorido que se rindió.

Al final, se abrazó con fuerza en posición fetal, sus dientes temblaron, sus ojos estaban cansados por todas las lágrimas cayeron.

Barona sintió que este era definitivamente el día más oscuro y devastador de su vida, Lenin pisoteó severamente todo su orgullo y dignidad. A pesar de todo, le preocupaba su amiga, era obvio que Lenin iba a preparar el siguiente golpe a Elena, pero en esta ocasión no podía ayudarla.

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora