Usha quiso apartarlo, pero él ya la había soltado para agarrarla de la muñeca.
─ Sigan jugando, nosotros tenemos que irnos, ya es tarde y mi hermana tiene que descansar.
Ambos se retiraron de la habitación de juego, Henry llevaba prisa, pero Usha se tropezó porque sus pasos eran rápidos.
─ ¿Qué crees que haces? No tienes por qué acompañarme, puedo irme sola a mi departamento.
Henry la llevó fuera del bar y el Maybach ya estaba aparcado en la entrada. Le abrió la puerta del copiloto para que entrará.
─ Siéntate, ¿o debo ayudarte?
Usha notó su temperamento volátil.
─ Puedo hacerlo sola, ya noté que tienes prisa.
Una vez que se acomodaron en los asientos, el Maybach plateado galopó por la carretera.
Usha miró su delgada muñeca, la tiró con tanta fuerza que ahora estaba roja, al prestarle atención al camino ella notó que no la estaba llevando a su departamento.
─ ¿A dónde vas? ¿No dijiste que me llevarías a mi departamento?
Henry no la miró, pero dijo en tono relajado.
─ Ese vino era afrodisiaco y no creo tu no hayas bebido, vendrás conmigo a casa puede ser peligroso que te quedes sola.
─ ¡Creo que tú eres más peligroso que ese vino!
Henry miró de reojo, con la punta de la lengua presionada contra su hermosa mejilla derecha y miró a Usha.
─ No me importa lo que pienses, así que no me provoques... A menos que tú quieras revivir aquel momento en donde fuiste mía.
─ ¡Cállate!
Usha le gritó, estaba a punto de llorar, en cambio el hombre no habló más y la atmósfera del auto de repente se volvió deprimente.
─ No quiero volver a la casa de la familia Gu, ¿me escuchaste? ¡Detente! ¡Quiero bajarme!
Usha extendió la mano y al intentar abrir la puerta se percató que estaba cerrada. Henry entendió que de verdad ella no quería volver a esa casa para intentar abrir la puerta cuando el auto iba a alta velocidad, así que habló suave para tranquilizarla.
─ No intentes hacer nada peligroso, ya no estoy con la familia Gu, tengo mi propia casa, allá es donde iremos.
Usha se calmó, aunque ella le diga que quería ir a su departamento, simplemente sería inútil, así que permaneció en silencio.
Villa Xijiang
El auto aparco en la entrada de la mansión. La villa Xijiang era famosa por su construcción. Tanto fuera por dentro, todo indicaba que era un modelo de casa moderno y muy costoso.
Henry se mudó aquí el año pasado. Desde que la familia Gu adquirió la propiedad, a él le fascino.
En la entrada, Henry tomó un par de pantuflas rosas y las puso a los pies de Usha.
─ Póntelas.
Usha se negó.
─ Nunca uso zapatos que han usado otras mujeres.
Henry se puso en cuclillas sobre una rodilla y sus delgados dedos agarraron el tobillo de la joven, después abrió la cadena de sus tacones sin importarle el reclamo de ella.
─ No debes preocuparte, eres la primera mujer que traigo.
Ella observó en silencio cómo le quito la zapatilla para colocarle las pantuflas. Le estaba colocando tan pacíficamente las pantuflas que su toque la dejaba nerviosa.
─ ¿Puedes apresurarte?
Una vez que le puso las pantuflas, él se colocó unas igual y entraron a la mansión. En la sala de estar, se quitó el abrigo y lo dejo en el sofá, miró una vez más a la joven.
─ En el segundo esta mi habitación, puedes ir a tomarte una ducha.
Ella no lo pensó dos veces y corrió a la habitación. Mientras esperaba el hombre estaba revisando los mensajes y pendientes que tenía en el celular.
Paso como media hora, así que cuando llegó la voz de la mujer se asombró. Ella lo observaba desde las escaleras y solo dijo:
─ Te he prestado una camisa.
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La novia sustituta del millonario, pt.1
RandomLa novia sustituta del millonario Xia Elena y Lu Holden son dos personas distintas que están destinadas para toda la vida. Su historia comienza en el vagón de un tren que se dirige a Darenvil, pero se torna completamente extraña al convertirse en...