La novia sustituta del millonario, pt.1

No se aceptan disculpas

Antes de Elena, Holden nunca se había puesto a imaginar en cómo se vería esa niña en la actualidad, pero ahora, solo puede pensar en que Elena se ajusta muy bien a la personalidad de aquella persona.

Elena debería ser la persona que lo salvo.

Holden estaba acostado sobre la almohada de Elena y su olor corporal aún permanecía allí. La primera vez que sintió el olor de Elena, pensó que le era familiar, como si lo hubiera estado buscando durante mucho tiempo, lo que lo fascinó.

Él levantó la mano para cubrir su rostro que comenzaba a enrojecerse por el calor de recordar a Elena en el camisón de seda. No veía la hora de vérselo puesto en persona y llevarla entre sus brazos.

Tuvo que darse una ducha muy fría.

Departamento de Usha

En eso, Elena recibió un mensaje de su esposo.

Holden: He tomado una ducha fría porque solo estoy pensando en ti, te extraño.

¿Qué le pasa?

El hermoso rostro de Elena se sonrojó.

En este momento, entro otro mensaje.

Holden: Sabía que las mujeres pueden hacer sentir muchas cosas a los hombres, pero tú me estas volviendo loco de amor.

Elena se conmovió.

Holden: Elena, me equivoqué, todo fue culpa mía, vuelve al Jardín verde, voy a recogerte de inmediato.

Elena quería responder el mensaje, pero Usha, que llevaba una máscara, la detuvo:

─ No respondas. Haga lo que haga, debes de tener en cuenta que no debes regresar hasta que él se disculpe de verdad.

Elena asintió y dejo el teléfono, así que su amiga continúo:

─ Elena, debes ser fuerte. Recuerda que Jasmine lo salvó y le prometió tres deseos, sabemos que el último deseo es que ella se casé con él, así que debes de ser firme y dejar que él se encargue de tu hermanastra. No debes enredarte en sus problemas, ¿entiendes?

Elena estuvo de acuerdo, pero dijo:

─ Solo extraño a la abuela, aunque ella me dijo que no importaba si no volvía pronto.

Usha se sentó frente al tocador:

─ La anciana es inteligente, a pesar de que el señor Lu es su nieto, estará de tu lado porque le agradas.

Jardín Verde

Holden no esperó la respuesta de Elena. Esta noche estaba destinada a ser una noche de insomnio.

En ese momento, su abuela entró a la habitación, le trajo un vaso de agua.

Holden miró a su abuela con amargura:

─ Abuela, vamos a buscar a Elena ahora. Si la recojo solo, no volverá, pero si vas conmigo, definitivamente vendrá.

La anciana dejó el vaso de agua y resopló:

─ ¡Absolutamente no! Si quieres que vuelva, debes ir tu solo o arreglar la situación.

─ ¡Abuela! ¿Por qué no estas de mi parte?

La anciana suspiró:

─ Holden, tu esposa es diferente a las mujeres que has conocido. Ella toma sus propias decisiones y sin miedo. Soluciona esta situación, porque si Elena regresa por obligación, ella se ira tarde o temprano.

La abuela Lu sabía, en su corazón, que la personalidad de Elena es exactamente la misma que la de su mami, y agregó:

─ Querido nieto, debes trabajar más en tu relación con tu esposa. Ahora Elena te quiere, pero nadie te asegura que en un futuro cercano alguien más le brindé la seguridad que ella busca y se casé con él.

Holden tapó sus oídos:

─ Elena es la señora Lu, mi esposa, ¿quién se atrevería a enamorarla?

La anciana se rio y mientras salía de la habitación, murmuró para sí misma.

─ Elena no te pertenece, mi amado nieto.