La novia sustituta del millonario, pt.1

Vergüenza nacional

Las piernas de Zander se debilitaron y cayó sobre la alfombra.

Todos en el pasillo sacaron sus teléfonos móviles para tomar fotos y grabar, señalando a Yuna con desdén.

Elena se hizo a un lado y miró fríamente el espectáculo.

¿El resultado? Una mujer herida, muchos invitados satisfechos por el gran espectáculo que se armó y sobre todo... Una familia con la reputación por los suelos.

Después de tan horrendo espectáculo, Zander estaba sentado en el estudio, fumando, sentía dolor en su espalda, y de repente, notó que ya era viejo.

En ese momento, el mayordomo llamo al estudio y entró junto al vicepresidente de Atención Médica Xia:

─ Señor Xia, la comercializadora se está yendo en picada. Muchos inversionistas y proveedores han rescindido el contrato con Atención Médica Xia. De seguir así, pronto tendremos que declararnos en bancarrota.

Zander había fumado mucho y preguntó con irritación y tristeza:

─ ¿Están diciendo el motivo de cancelar los contratos?

─ No, pero creo que es por los recientes escándalos de la señora Yuna. Como embajadora de nuestra empresa, los internautas están relacionando los convenios que ha conseguido con los empresarios que lo firmaron. No quieren involucrarse en un escándalo sexual.

─ ¿Solo eso? Puedes decirlo, adelante.

─ También usted es tendencia en redes sociales. Todo el mundo lo está cuestionando o burlándose de su situación, no puedo decir más.

El vicepresidente fue preciso, su presidente no debia enterarse de lo cruel que están siendo los internautas con él.

Unos segundos después, tiró todos los documentos del escritorio al suelo y rompió el cenicero en el aire. Se levantó y empezó a patear la mesa y la silla, toda su persona era como una bestia fuera de control, llena de una ira abominable.

¡Las cosas que más le importaban en su vida estaban arruinadas! ¡Y todo por culpa de Yuna!

¡Ella lo arrojó al abismo!

El empresario nunca lo había visto así, tenía tanto miedo de moverse o hablar, pero después de un rato el Presidente se detuvo.

Zander miró al mayordomo con su expresión enojada:

─ ¿Dónde está Yuna?

─ Amo, ella está en su habitación... La señora Lou la ha golpeado mucho y está reposando del dolor.

Zander se tocó la cara:

─ Contacta a nuestro abogado y que redacte un acuerdo de divorcio, ¡me voy a divorciar de Yuna!

Yuna estaba acostada en la cama, su rostro estaba pálido, su ropa cara había sido rasgada e incontables manchas de sangre se filtraban de ella, gemía una y otra vez de dolor.

En este momento, la puerta se abrió de una patada, era Zander:

─ Zander, date prisa... ayúdame, tengo tanto dolor... voy a morir, llévame al hospital...

Yuna pidió ayuda, pero Zander le arrojó un documento.