Quietas

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¿¡Qué!? ¿Por qué Elena tendría que enseñarlo?

Todas estaban sorprendidas.

Elena y Usha se miraron y entendieron la situación

Jasmine reunió a todas esas mujeres con un solo propósito.

─ Hermana, no seas tímida. En el instituto presumiste el collar con naturalidad, recuerdo que también dijiste que te morías de ganas por presumírselo a las mujeres que estás viendo. Por favor, no las hagas esperar más, muéstraselo.

Elena miró la aparición de los celos de Jasmine. Ella no dijo estas palabras en absoluto, pero como sabía que su hermanastra estaba diciendo tonterías y que había armado un plan para humillarla, decidió seguirle el juego.

─ Tienes razón, les quería enseñar esto.

Elena sonrió, luego se sacó generosamente el collar de su gabardina. Todas las damas estaban impactadas por el collar que se iba revelando y no podían creer que una campesina lo estuviese usando. Siena fue la primera en saltar:

─ Elena, tú no puedes permitirte comprar ese valioso objeto, eres una campesina... ¡Lo más probable es que sea falso!

Elena miró la envidia y el odio de Siena, y sonrió levemente:

─ Dímelo tú. Eres la princesa de la familia Huo, debes estar acostumbrada a los lujos y las joyas, ¿es real o una reliquia falsa? Tranquila, sé que puedes darte cuenta de que es real, sino es así, estaría muy decepcionada...

Siena miró de nuevo el collar, obviamente era un diamante verdadero. El brillo de la joya era hipnotizante.

En ese momento, otra mujer habló:

─ Elena, escuché que este collar fue comprado por un anónimo, ¿por qué no está contigo ahora? Personalmente creo que te lo robaste.

─ Elena, ¡te hemos descubierto! Ese collar es robado, debes venir con nosotras a la estación de policías para que te metan presa.

Estas damas estaban ansiosas y dispuestas a arrebatarle a Elena el collar que traía en el cuello. En su opinión, alguien como ella no debería de portar tan majestuoso objeto. Se apresuraron a moverse...

Elena no esperaba que estas personas se comportaran así.

En eso Usha levantó su abanico y las señalo a todas.

─ Quien se atreva a dar un paso más, estará en graves problemas.

Todas se paralizaron y miraron hacia la puerta. Habían entrado unos guardaespaldas musculosos, con un aspecto intimidante.

─ ¿Por qué has traído a tus guardaespaldas aquí?

─ Soy una celebridad, sé que en cualquier momento pueden aparecer algunas personas degeneradas para causar daño. Tengo que protegerme.

─ ¿Cómo te atreves a llamarnos degeneradas?

─ Tranquilas, no me refería a ustedes. Simplemente están aquí por precaución.

Usha no dio más explicaciones.

Jasmine que ha estado sentada y viendo el buen espectáculo, decidió que era momento de intervenir:

─ No deben causar tanto alboroto, somos mujeres y debemos protegernos. Siéntense rápido, ahora que sabemos que el collar es real y de que no se lo van a robar, Elena también me dijo que el collar se la dio el Presidente Lu.

Las espectadoras se quedaron sin aliento...

¿El Presidente Lu?

¿Holden Lu?

¿Elena conoce a Holden Lu?

Aunque las mujeres reunidas pertenecen al estatus más alto y cuentan con un gran prestigio, jamás habían conocido a Holden Lu. Lo único que sabían es que provenía de la familia Lu, quien a su vez pertenecía a los cuatro gigantes.

Los rumores dicen que es joven, guapo, rico, maduro, poderoso y heredero de una fortuna empresarial.

Elena, ¿eres capaz de admitir que el collar de lo regalo Holden Lu?

─ Así es, Holden Lu es el comprador anónimo, apenas compro la joya me la entregó e incluso me la coloco en el cuello.

Siena estaba haciendo sus conjeturas, Elena compró con la tarjeta del señor Lu, le permitió la entrada al Instituto de Investigación Privado, ahora esto... No hay muchas casualidades... Pero, ¿en qué momento la campesina capturó el corazón del señor Lu?

Todas miraron a Elena con celos. La mayoría quería ser la señora Lu, pero envidiar la posición de una campesina... Inaudito. A Jasmine le dio 1,2 billones, pero ella era la primera dama de Darenvil, se podía soportar.

Elena, si mal no recuerdo, ¡tú estás casada con el dueño del Jardín Verde! ¿Cómo te atreviste a ligar con el señor Lu?

─ Sí, realmente eres desvergonzada, lo más probable es que él crea que eres soltera.

Ante estas acusaciones, Elena no cambió su expresión, solo dijo con indiferencia:

─ La pregunta que me haría sería... ¿Por qué el señor Lu prefiere a una mujer casada sobre las mujeres más prestigiadas y solteras de Darenvil? Él sabe que estoy casada y aun así decidió darme el collar a mí... Puedo soportar cualquier problema con mi esposo fantasma y al final seguiré siendo la dueña de esta reliquia...

Todas las mujeres estallaron de nuevo:

─ ¡Eres una maldita!

─ ¡Todo se acabará para ti cuando expongamos tu verdadero rostro ante él!

─ Él te dejara cuando conozca que vienes del campo.

Una por una se retiró del palco, dejando solas a las mejores amigas.

Una vez fuera las mujeres comenzaron a armar un plan:

─ ¿Quién tiene el número del Presidente Lu? Debemos exponer a Elena ¡hoy mismo!

─ Sí, reunamos nuestro dinero e invitémosle a cenar.

En eso Siena dijo sorprendida:

─ ¡Míralo! ¡Ese debe ser el Presidente Lu! ¡Él está aquí!

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora