Atrapados

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Elena giró la cabeza, evitando el tacto.

Los dedos de Holden se tensaron, pero no insistió:

¿Pollard ha visto tu cara?

Elena negó, desde su infancia ha utilizado su velo.

Holden estaba apenas satisfecho.

Sus ojos eran extremadamente hermosos, atrapaban a la gente. Usar un velo la hacía aún más misteriosa y que la gente quisiera arrancárselo.

Él inclinó la cabeza y la besó de nuevo.

Elena no esperaba que él quisiera continuar. Ella deseaba trazar una línea con él, pero ahora se están besando y eso hacía que su deseo aumentará.

Señor Lu, ya te he dado las gracias. Si te aprovechas de mí, te morderé otra vez.

Había deseo en los ojos de Holden, los labios de ella estaban hinchados y rojos, se veía sexy:

Señora Lu, sí te atreves a morderme no me culpes por lo que suceda después.

Y se siguieron besando.

En ese momento, la puerta de la sala se abrió repentinamente, James entró pronunciando algunas palabras, pero su voz disminuyó en cada palabra debido que atrapó a Holden y Elena besándose:

Hermano mayor, ¿te has peleado con la cuñada...?

Holden extendió la mano y atrajo a Elena a sus brazos casi de inmediato, evitando que la vieran. Y así se desvaneció el deseo de la pareja. Rápidamente miró a James junto a la puerta.

James se cubrió los ojos:

No vi nada, no le diré a nadie que, en vez de pelearse, se estaban besando, ¡ustedes continúen!

Temeroso de ser golpeado, James se escapó a toda prisa.

Elena, que tenía la cara sonrojada, rápidamente apartó a su esposo, rompiendo el encanto de la habitación. Él frunció el ceño, pero señalo la comida que preparó el mayordomo:

Primero come algo y descansa.

Dicho esto, se retiró de la habitación para ir al área de fumadores. El hombre era guapo y alto, las dos piernas largas envueltas en sus pantalones eran comparables a los modelos internacionales. Era tan magnifico que hasta su silueta era impactante.

Con el viento frío soplando en su rostro, Holden terminó su cigarrillo y regreso a la habitación.

Elena ya estaba dormida, había una cama para los visitantes.

Quizás esté cansada hoy, pensó.

Vio en la mesa una nota, estaba escrita por ella:

He calentado la comida y la he dejado tapada para que no se enfríe, Sr. Lu, ¿te gustaría comer un poco?

A pesar de todo, ha pensado en él, preocupándose de que no pase hambre. Holden se quitó la tristeza de los ojos y sonrío. Después de una breve cena, Holden no se fue a casa, solo se acostó junto a Elena.

La cama no era demasiado grande y le quedaba un poco pequeña al hombre, pero se podía acomodar dado que su delgada esposa solo ocupaba un poco de espacio.

Holden se acostó, estiró sus fuertes brazos y la abrazó.

Quería abrazarla para poder dormir, incluso cuando estaba en el trabajo era lo único que deseaba.

En sueños, Elena frunció las cejas. Quizás sintió que el hombre a su lado era Holden. Rápidamente extendió la mano y abrazó la fina cintura del hombre con su pequeño rostro presionado contra su fornido pecho, como un pequeño gato de leche. Como un roce de una suave pluma.

A ella ya no le queda ninguna duda sobre lo que siente por él.

Holden la abrazó con fuerza, besó su frente y se durmió.

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora