Soy la mujer que nunca tendrás

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Henry levantó los ojos, Usha estaba de pie junto al barandal tallado de las escaleras. Ella acababa de tomar una ducha, su cabello castaño rizado colgaba mojado sobre sus hombros y estaba usando su camisa blanca.

La camisa blanca queda holgada en el cuerpo de los hombres, pero en el de Usha la ropa se acomodaba perfectamente, precisamente en sus caderas, y dejando lucir sus preciosas piernas.

Con ese tipo de vestimenta, parece una sesión de fotos erótica. Henry frunció el ceño en su dirección:

─ Regresa a la habitación y ponte otra ropa, ahora le pido a mi secretaria que te traiga algo más cómodo.

─ Es solo un pijama, ¿por qué quieres que use otra cosa? No quiero cambiarme.

Henry frunció los delgados labios y se dirigió a ella para enviarla directo a la habitación. Al llegar ahí, del armario sacó un pantalón holgado y lo tiró sobre la cama:

No es necesario que te cambies "el pijama", solo ponte los pantalones.

─ ¿Crees que me pondré eso? Se me caerán por lo grande que esta.

El hombre contemplaba el rostro joven de ella... Era muy hermosa y tenía razón, los pantalones le quedarían feo con su atuendo, lo que le disgusta mucho incluso a él. Henry dio un paso adelante para abrazarla y tirarse juntos en la grande cama. En su lugar, Usha estaba mareada por el repentino asalto, esta era la segunda vez que se acostaba en una cama con él, y su aroma sigue siendo el mismo.

Él había quedado encima de ella, y al enderezar su cuerpo, ambos comenzaron a luchar...

─ ¿Acaso estás loco? ¿Qué intentas hacer? ¡Quítate de encima!

Usha dio unas cuantas patadas en el muslo, hasta que golpeo su ingle. Henry sintió dolor y bajo su cuerpo para esconder el rostro en su hombro. Fue cuando ella aprovecho a morderlo, este ya no soportaba el dolor en su cuerpo, lo que lo hizo enojar más y la sostuvo fuerte de los hombros para mirarla.

─ No te atrevas a morderme de nuevo, porque tendré que controlar tu boca con un beso.

─ ¿Crees que eso será suficiente para detenerme? Solo estás buscando una excusa para tenerme en tu cama, pero de una vez te digo que ¡yo no dormiré contigo!

La lucha seso. Él la dejo en su regazo y ella recupero el aliento. Se dio cuenta que ambos traían la ropa desordenada, si alguien entra en esos momentos, la situación se podría malinterpretar.

Sin más ánimos de batallar, Usha se bajó de la cama para ponerse los pantalones que Henry le había entregado antes. Se río, una vez más tuvo razón, en esos pantalones cabían dos de ella.

─ Ya no eres joven, deberías ir a conquistar a Jasmine ahora que tienes la oportunidad. No desperdicies tu tiempo conmigo.

─ ¿Crees que pueda encontrar a alguien más hermosa que tú?

─ No te lo digo en broma, esto es en serio. Soy la mujer que nunca tendrás, debes enamorarte de alguien que sí pueda corresponderte.

Henry se levantó de la cama y se dirigió al baño, una vez en el marco de la puerta de ese lugar, dijo seriamente sin mirar a Usha:

─ No me interesa enamorarme de otra mujer.

La novia sustituta del millonario, pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora