Elena miró a su nueva compañera con sorpresa:
─ Barona, ¿conoces cómo están organizados estos 12,800 materiales?
Barona sonrió algo avergonzada:
─ He estado aquí por más de un año, pero ni siquiera recuerdo los tipos de minerales.
Elena la miró de manera extraña, así que Barona la agarró de las mangas y parpadeó juguetonamente:
─ Elena, confío en que puedes memorizar las 12,800 medicinas, ¡quiero sentirme satisfecha al momento de abofetear a la gente que se burla de ti! Además, he apostado por eso, así que sí quiero mi dinero de vuelta debo ayudarte en el proceso.
Ella se conmovió, Barona apenas la conocía, pero estaba dispuesta en apostar a favor de ella y apoyarla, se sentía agradecida.
La nueva amiga habló de nuevo:
─ Elena, debes saber que los materiales están divididos por sección, eso los hace un poco más fácil de memorizar...
En ese momento, Elena notó a un hombre durmiendo en la mesa del rincón, así que preguntó:
─ ¿Quién es esa persona?
─ No lo sé, el ingresó hace tres meses y aparte de dormir, no he visto que haga otra cosa.
¿No que en el instituto eran puro talento? Elena ignoró la presencia del hombre y miró confundida a Barona. De inmediato, la joven regordeta continúo:
─ Para serte sincera, solo limpio la sala de prácticas. Realmente no me interesa la medicina en su totalidad, a mí me agrada más el cuidado de las flores y plantas.
Barona señaló varias macetas alineadas junto a la pared:
─ Esas que ves ahí, son todas mías, recientemente las planté.
Elena se acercó a la maceta y echó un vistazo. Aunque no se observaba que planta era, ella se percató de que para Barona era algo importante, así que mostró respeto.
La nueva amiga la llevo a los gabinetes de los materiales.
─ Observa, todo esto deberás memorizar en tan solo tres días. Abrió uno solo para observar un mineral, luego pasó a otro y era un medicamento patentado.
Elena se estremeció, este lugar había sido fundado por su mamá y estaba absolutamente todo organizado a la perfección.
Pronto fue mediodía, ambas mujeres fueron al comedor.
Apenas entraron, todos le prestaron atención y comenzaron a susurrar cosas que obviamente a Elena no le interesaba saber.
Barona encontró un asiento, le entregó los palillos a Elena y sonrió alegremente, una vez en la mesa, la joven dijo:
─ Elena, no te dejes intimidar por ellos. Quién ríe al último, ríe mejor.
Y luego hubo otro alboroto... Jasmine llegó al comedor.
Ella lució un vestido rosa, con una sonrisa en su delicado y lindo rostro comenzó a caminar entre las mesas. Algunos conocidos la elogiaban y otros simplemente la miraban con admiración, incluso hubo algunos que le gritaban "Diosa Jasmine".
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La novia sustituta del millonario, pt.1
AcakLa novia sustituta del millonario Xia Elena y Lu Holden son dos personas distintas que están destinadas para toda la vida. Su historia comienza en el vagón de un tren que se dirige a Darenvil, pero se torna completamente extraña al convertirse en...