La novia sustituta del millonario, pt.1

La fúnebre boda

Palacio Real Li

En el salón nupcial, Yoseline Xia miró a su hermanastra:

─ Elena, aunque nuestro papá te envío al campo cuando empujaste al abuelo espero que no busques venganza. Te recuerdo que solo eres nuestra perra, nadie te podrá salvar, ni siquiera tu mamá, ¿y te digo por qué? Porque está muerta.

Elena que estaba sentada frente al tocador, dijo a la ligera:

─ ¿Quién es la perra?

Yoseline se burló:

─ ¡Tú eres la perra!

Elena frunció los labios:

─ Lo sé, así que ya no tienes que llamarme así.

Solo entonces, Yoseline supo que se había burlado de ella. Miró a Elena a través del espejo, pensó que incluso con el velo puesto sus ojos te hacen creer que es una belleza. La odiaba tanto que no podía esperar para arrancarle el velo. ¿¡Cómo una mujer que cubre su rostro puede ser hermosa!? ¡Ella debe ser realmente fea!, pensó.

─ Elena hoy es una ocasión especial, ¡un gran día para ti!

En ese momento, Yuna y Zander, llegaron en busca de las jóvenes para pasar al salón donde se encontraban distinguidos invitados.

Yuna es la madrastra de Elena. Ella era una actriz popular, aunque no formaba parte de la élite, tenía la capacidad de conseguir lo que quisiera. Con su habilidad, logró casarse con Zander Xia, consiguió grandes inversiones para el hospital de su esposo y se convirtió en el modelo a seguir entre las esposas de los empresarios.

Incluso con dos hijas todavía conserva su encanto jovial.

Elena observó a los invitados, todos eran personajes de renombre. No era para nada sorprendente que Yuna invirtiera su esfuerzo en la boda.

La ceremonia marchaba maravillosamente, todos estaban elogiando a Yuna por su dedicación en la organización del banquete e incluso de la elección del vestido de novia.

Llegó el momento de la boda, Elena sabía que el novio no asistiría, pero fingió desconocer la situación y dijo con timidez:

─ ¿Por qué el novio no ha llegado? ¿Quién firmará los papeles?

Tan pronto como la voz llegó a los oídos de la madrastra, la expresión de Yuna cambió. Todos se miraron.

¿Qué está pasando?

¿No sabe que se está casando con un moribundo?

¡Esta boda está destinada a no tener novio!

Zander dio un paso adelante, luciendo un poco culpable y esquivando la mirada de todos.

─ Elena, hoy tu esposo... Tu esposo está un poco mal, así que no vendrá. Solo firmarás los papeles y una limusina te llevará a la mansión del Jardín Verde.

Elena se sorprendió, pero rápidamente asintió. Una vez firmados los papeles, se subió a la limusina sola.

Los invitados miraron la linda sombra de Elena, para ser alguien que venía del campo, su porte era elegante, lo que hacía que luciera su hermoso vestido.

Su apariencia dócil y su desconocimiento de que el novio era moribundo hizo que todos se compadecieran, por lo que miraron a Yuna señalándola y susurrando:

─ Yuna es tan hermosa en el exterior, pero en realidad no es la madrastra angelical que dice ser.

─ La boda estaba destinada para sus hijas, pero está casando a la hijastra.