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Izuku jadeó, sacudiendo su cuerpo y apretando los dientes, sentía un dolor horrible, sus músculos ardían y su mente nublada no le dejaba pensar con claridad. Sin embargo, su instinto lo guiaba.

¡Atácalos!

Mordió las duras capas de piel y la perforó con la sangre ajena brotando en su boca. Sus garras se extendieron y rasguñaron, incrustándose en los brazos de aquella Alfa Dominante. Su respiración agitada continuo y en vez se recibir un golpe de vuelta, solo sintió una suave caricia en su cabeza.

¡No dejes que...!

Sus ojos azules temblaron al ver una sonrisa en los labios de su enemigo, su visión se volvió más clara y la mujer en la que confiaba estaba delante de sus ojos, sin dejar de acariciar su cabello.

¡Ha...!- jadeó destrozado por dentro, sus ojos se llenaron de lágrimas y la soltó de inmediato, percatándose de que tenia una mordida en uno de sus brazos. La sangre en sus labios le pareció repulsiva y sintió nauseas, clavando su mirada en el suelo.- L-Lo siento.

Lo siento, lo siento... ¡Yo nunca...!

Todo esta bien...- murmuró con una voz suave, casi extraña para él. Sin embargo, mantuvo la cabeza abajo, demasiado afectado como para mirarla y olvidar sus terribles acciones.

Me alegra que el supresor hiciera efecto...- dijo otra persona con un suspiro de alivio.

La mirada de Izuku tembló al reconocerlo y trago saliva, levantando la cabeza lentamente. Kentaro estaba en el suelo, exhausto y respirando con dificultad, tenia algunas heridas en su ropa al igual que la Alfa Dominante.

Midoriya... ¿me reconoces?- dijo Kentaro dirigiéndole aquellos calmados ojos grises y el menor solo se limito a asentir, evitando su mirada con tristeza.- Seré breve sobre lo que sucedió, uno de tus compañeros entro en celo, siendo un Alfa Dominante, fue un caos total y es muy difícil controlar una situación como esa en medio de la calle. Bakugo salió lastimado y tú perdiste el control, ahora mismo, solo recobraste el sentido gracias a un supresor.

Y-Ya veo...- dijo Izuku sin dudar de sus palabras, podía recordarlo con claridad y algunas escenas aún le causaban un profundo malestar que amenazaba con volver a despertar su instinto. Giro su cabeza hacia un lado, intentando mirar de reojo a su alrededor sin levantar la cabeza y apretó los labios, reconociendo la sala principal de la casa del rubio.

¿Dónde está Kacchan?

Izuku...- dijo Mitsuki hacia el menor, quien se estremeció y volvió a bajar aún más la cabeza, sumamente arrepentido.- Mírame.

Si...- dijo levantando su mirada con frustración y dolor, jamás se perdonaría por lastimar a una persona que amaba.- L-Lo sie...-

¿Eres Omega?- interrumpió con una triste mirada, ni siquiera se acerco y solo mantuvo la distancia, apretando sus manos, incrustando sus garras en las palmas.- Necesito la verdad...- negó con la cabeza y frunció el ceño.- No, necesito que me lo digas tú...

Izuku palideció, asustado y su mirada se detuvo en el doctor, quien se encogió de hombros con una mirada apenada. El miedo se apodero de él y no tardo en liberar sus feromonas, temiendo ser rechazado por la Alfa Dominante.

Y-Yo...- murmuró retrocediendo y desvió su mirada hacia las escaleras, comenzando a temblar. No quería estar ahí, ni conversar con ellos, ni mucho menos enfrentar una verdad que aún lo angustiaba y solo deseaba una cosa.

Estar al lado de Kacchan, de su Alfa.

Su cuerpo e instinto aún resentían la perdida de control, y si bien el supresor calmo las reacciones de su cuerpo, su mente aún no asociaba del todo lo que sucedía. Abrumado, comenzó a cuestionarse y respirar con dificultad con la ansiedad creciendo en su interior.

[Finalizado] ¡No soy Alfa! KatsuDeku - Omegaverse +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora