[Finalizado] ¡No soy Alfa! KatsuDeku - Omegaverse +18

39.2

Parte 2

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Al día siguiente...

Izuku mantuvo la mirada hacia abajo, sin creer lo que su propio padre decía.

¿Cómo puedes perder contra dos Betas? Que tan bajo puedes caer.- gruño Hisashi sin mirarlo y se acerco a la puerta, irritado por lo débil que era.- ¡No voy a permitir que nadie te visite, que se enteren de esta vergüenza provocara que seamos la burla de la familia!

Inko se mantuvo en el marco de la puerta, presenciando todo y tembló ligeramente de la rabia, sin creer que le dijera tales palabras a su hijo. No tardo en seguirlo, sin dejar de discutir y el menor exhaló, abrumado.

Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas sin poder evitarlo, se sentía abrumado del hecho de que su padre tampoco tuviera conocimiento de su verdadera naturaleza y eso significaba que su madre no tuvo el valor de decirle la verdad, incluso en estas circunstancias.

Apretó los dientes y ahogó un sollozo, evitando llorar. El doctor era la única persona con la que podia relajarse y ordenar sus pensamientos, siendo quien tenia conocimientos de su situación e incluso fue quien lo acompaño a declarar con los detectives.

Una persona ajena estaba a su lado mucho más que su propia familia y eso le dolía, por supuesto que su madre lo habría hecho sin dudar, pero no quería verla ni estar a su lado, estaba demasiado afectado como para aceptarla de forma tan hipócrita.

Siendo aún peor que mañana sea dado de alta, volviendo a casa en compañía de sus padres y debido a su delicada condición, no podría asistir a clases por un periodo de tres meses. Parecía una locura, tres meses de rehabilitación pese a su regeneración y aún no había visto sus brazos que se ocultaban bajo capas de vendajes, no se atrevía, temía verlos destrozados o cubiertos de-

¿Deku?- interrumpió una voz que reconoció, se tensó y levantó la mirada lentamente, encontrándose con el rubio.

Katsuki se mantuvo en la puerta de la habitación con la respiración agitada, ignorando la discusión que mantenía la pareja en el pasillo y ni siquiera le importo haber dejado atrás a su padre después de percibir el aroma del menor.

Ah, Deku.

Sus ojos se tiñeron de un leve dorado, dando un paso hacia él y extendió su mano, deseando tocarlo.

N-No...- dijo Izuku con miedo, apoyándose en el respaldo de la cama.- ¡N-No te acerques!

Katsuki se tensó y se mantuvo inmóvil con su mirada de volviéndose de un opaco escarlata al escucharlo.

Kacchan no... no te acerques, no... no...- dijo entre jadeos y el pitido de la maquina resonó en la habitación advirtiendo de sus latidos irregulares.- Tú... tú estabas con...

¿Qué no me acerque? Estuve esperando verte por cada maldito segundo que pasaba...

¡Deku esos bastardos...!- grito en un arrebato de rabia, sin poder controlarse al sentirse despreciado.

¡VETE!- grito dejando un eco en la silenciosa habitación, su cuerpo temblaba y sus ojos se llenaron de lágrimas.- Vete, no quiero verte, no quiero estar contigo...

Nosotros... no podemos estar juntos. Ellos lo decían, una y otra vez...

Vete o ellos...- murmuró con la cabeza abajo, comenzando a respirar con dificultad.

¿Qué me vaya...? ¡No seas idiota, Deku!- grito sin escuchar sus suplicas, no era capaz de aceptarlas y mucho menos alejarse de él. No cuando el menor lo necesitaba a su lado, o no podría perdonarse a sí mismo por atreverse a confiar en esos bastardos.