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Rei se bajo del vehículo con la ayuda del chofer, quien le ofreció la mano y su mirada temblorosa se poso en la elegante entrada de su antiguo hogar. Trago saliva, hace años que no volvía y dudo, nerviosa.

Me alegro verte...- dijo Toya con una sonrisa burlona.-... aunque no vengas a verme a mi.

Sus ojos cafés se volvieron vidriosos al ver a su hijo mayor apoyado en la pared de la entrada y se acerco a ella, su corazón se encogió al ver unas cicatrices y quemaduras en su cuerpo. Su mano se extendió a su rostro de manera inconsciente, preocupada y el joven la detuvo, sujetando su mano.

Vamos, es una locura ahí adentro y prefiero estar a tu lado para evitar que pierdas la cordura de nuevo.- dijo sin mirarla, la guio tirando de su mano siendo un poco brusco y los guardias se tensaron, sin saber como reaccionar ya que tenia la orden de escoltarla.- Ustedes van a morir si nos siguen, así que si valoran sus patéticas vidas solo quédense custodiando la entrada y tú...- miro de reojo a su madre, quien temblaba ante aquel contacto.- ¿Estás segura de enfrentarlo en su celo?

¿Celo...?- dijo sorprendida y dudo, nerviosa.

Mírate, solo eres una Omega cobarde, que podrías hacer tú con ese... animal.- dijo volviendo a mirar al frente con sus ojos turquesa tiñéndose de un azul glaciar.- No hagas una estupidez y no te separes de mi.

Toya...- dijo llevándose una mano al pecho, y trago saliva al llegar a la enorme casa, desde aquella distancia podía percibir un sutil aroma que revolvía su estómago.

Mamá...- dijo Fuyumi acercándose rápidamente para darle un cariñoso abrazo y se separo con los ojos cubiertos de lágrimas.- E-Esto... ¿q-qué debemos hacer? Natsuo esta en un examen y mi padre...

¡Shotooooo! – un grito se escucho desde el interior de la casa, sobresaltando a ambas Omegas y Toya solo ladeo la cabeza con un suspiro pesado.

¿Enji esta... aquí?- murmuro con un leve temblor y su hija se tensó, nerviosa.

S-Si... nadie más puede controlar a Shoto, ya lastimó de gravedad a dos guardias y el doctor ni siquiera pudo acercarse. Esta... descontrolado.- dijo con la voz temblorosa y encogiéndose de hombros, asustada.

Ya relájate, ella podrá hacer algo, si no, que ese viejo de mierda reciba los golpes y si tenemos suerte, que muera a manos de mi hermanito.- dijo con una sonrisa burlona y colocó una mano en la cabeza de su hermana, tranquilizándola con sus feromonas.

S-Solo cuídala Toya, por favor...- dijo Fuyumi asintiendo y cerrando los ojos con unas lágrimas deslizándose por sus mejillas.- Mamá, si es demasiado para ti, estaré aquí esperándote y nos iremos de inmediato ¿de acuerdo?

Si...- dijo Rei acercándose para acariciar la mejilla de su hija, sin dejar de temblar.

Por supuesto que estaba aterrada con la sola idea de enfrentar a su hijo menor, quien no veía desde hace años. Sin embargo, su instinto le exigía y suplicaba que estuviera con su cachorro, sin dejar de tener dolorosas punzadas en su interior.

Los Omegas eran mucho más sensibles como padres, tenían una profunda conexión con sus cachorros que se debilitaba al momento del celo de estos, pero continuaban teniendo un profundo lazo y cariño que perduraba para toda la vida.

Sin embargo, nunca había asistido un celo de sus hijos Alfas, no estuvo para Toya, solo ayudo a Fuyumi y por supuesto, Natsuo no experimentaba uno.

Incluso con el miedo que recorría su cuerpo ante el posible rechazo de su cachorro, no podía dudar, no cuando... su cachorro la necesitaba con desesperación.

[Finalizado] ¡No soy Alfa! KatsuDeku - Omegaverse +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora