Emperadores y herederos

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Pov Jiyun

Al ingresar al salón todos los invitados se levantaron y se pusieron de rodillas. No importa si no era su emperador, ellos estaban en mis tierras y estaban obligados a guardarme respeto como el Emperador de China.

Aburrido e irritado, caminé hasta la tarima. Me senté en la sencilla silla de mármol, mire a cada uno de los invitados arrodillados y luego ordene a un eunuco que le dijera a todos que podían levantarse.

Mire hacia las mesas de mis altos funcionarios. El primer ministro de magia, Lord Gao, tenía un brillo emocionante en sus ojos. Quería gruñirle a mi viejo amigo, pero contuve la mueca que quería formarse en mi labios. Luego mire hacia la mesa donde debería estar sentado mi estimado lagarto Velaryon, no lo ví.

El tonto arrogante se atrevía a hacerme tal desaire. Somos conocidos, estudie en la escuela mágica junto con la princesa Valkyrie, y ese tonto... Tenía el descaro de llegar tarde a mi propia reunión.

Cerré los ojos y luego enfoqué mi mirada en los nobles extranjeros.

Mis ojos iban a recorrer cada uno de los codiciosos rostros que estaban presentes, pero mi aliento se atascó en mi garganta. Un nudo se formó en él, mi cuerpo estaba impulsado a levantarse y correr hacia ella...

Pero

No lo era...

Mis ojos estudiaron la figura esbelta que se había levantado del suelo.

Era el vivo retrato de Valkyrie. Su largo cabello blanco como la nieve, pálida e inmaculada. Su rostro de muñeca. La pálida piel que relucía tersa y delicada, pero sus ojos... Sus ojos no eran un par de amatistas brillantes sino un par de perlas, plateados, como las estrellas que adornaban el cielo.

Su rostro pálido me observó sin siquiera mostrar una pizca de emociones. Mi corazón se estrujó, ella era más expresiva, más alegré, más brillante, esta persona era...

-¿Ocurre algo su majestad? -pregunto la emperatriz que estaba sentada a mi lado.

-Hum... No, mi señora -. Respiré hondo, mire una vez más hacia el sujeto parecido a la princesa Valkyrie. Lo ví mirando hacia un lado, ligeramente inclinado hacia un pequeño ¿Niño? ¿Niña?. Sé cual sea el parentesco, pude ver que ambos eran familia.

Llame a mi sirviente personal y le consulte por los dos sujetos de mi interés.

Antes de que el eunuco contestará, mi hijo se acercó sigilosamente y pidió la palabra.

-Padre imperial... - Miré exasperado a mi hijo, hice un ademán con mi mano para que se retirará el sirviente -. No creo que sea el momento adecuado llamar a su presencia a un noble extranjero, acuérdese que estamos en una reunión importante y hay muchos presentes observando.

Entrecerre los ojos.

-¿Hay algo que no me estés diciendo? -pregunte furioso, pese a la rostro helado.

Mi heredero sonrió divertido... Ah, este niño tenía que ser tan vicioso como yo.

-Este hijo se preocupa que el padre imperial arruine el regalo que le prepare muy minuciosamente -dijo, mirando de reojo a la mesa donde estaba la descendencia de Valkyrie -. Este hijo le ruega al padre imperial que sea paciente.

-¿Cuánto tiempo le pides a Zhen? -pregunte, apretando el reposamanos de la silla.

-Este hijo le pide que espere a la llegada del Emperador mágico de Grecia -. Un gruñido se escapó de mi garganta. Ese maldito lagarto no estaba y yo me encontraba muy impaciente por conocer a la descendencia de Valkyrie.

Draco Malfoy y el mundo mágico IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora