El lobo y El escorpión

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Pov Remus

El limbo estaba en un caos, Remus lo sabía. Antes de convertirse en lobo, su cuerpo y su corazón lo sentían, que algo muy grande iba a suceder.

Los espejos de un momento a otro explotaron, rompiéndose en mil pedazos. Se escuchaba el grito de siniestras criaturas fantasmales y frente suyo estaba Sebastián, con una expresión sombría.

-¿Que ocurre? -Remus sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

-El equilibrio se está rompiendo - respondió Sebastián de forma oscura -. Este mundo está apunto de destruirse, el lobo afuera está asimilando todos mis recuerdos pero el humano no puede hacerlo.

-¿Que quieres decir? -de pronto un dolor insoportable azota a Remus, lleva una mano a su cabeza, escuchaba muchas voces.

Sebastián frunció el entrecejo. El limbo oscuro de repente empezó a quebrarse, como si se tratara de una pantalla oscura que cubría la luz.

-Es hora de que lo aceptes, Remus -dijo solemne Sebastián.

-¿Que hay que aceptar? -preguntó cansado y adolorido.

-El pasado -dijo Sebastián -, debes de aceptar que yo soy tú y tú eres yo.

-¿Q-qué diablos estás diciendo? -Remus estaba conmocionado, o tal vez, si lo sabía pero no quería creerlo. La existencia de un yo pasado, de otra vida.

Sebastián era un hombre completamente opuesto a Remus, elegante y arrogante. Un hombre que no aparentaba ser alguien y se mostraba tal como era. ¿Como alguien como él podría ser su yo pasado? Tan grande, tan poderoso, dueño de su propio destino. El mundo era su tablero de ajedrez, las personas a su alrededor eran los peones de su juego.

Sebastián se divertía observando como las personas a su alrededor bailaban en las palmas de su mano. Los más afortunados poseían su respeto y los desgraciados su desprecio.

-¿Estás dispuesto a vivir así ? -preguntó Sebastián, ignorando el caos del limbo y como se derrumbaba a su alrededor. Remus sentía que todo perdía sentido, no quería creerlo. Los humanos eran así, se sentían amenazados ante lo desconocido -. Dos entidades en un mismo cuerpo. Viviremos por la eternidad en un completo caos si no aceptas el pasado, mi existencia, mis recuerdos, tus recuerdos... Estaremos en conflicto por el resto de tu vida, dos entidades luchando por el control de nuestra vida -. Remus tembló, imagino, como sería su vida cuando Sebastián tomara el control por momentos, como tendría que responder ante las acciones desconocidas y lidiar con las consecuencias.

No, esa no era una vida que deseara tener.

Estaba harto, harto de todo lo que sucedía a su alrededor. Este hombre no le daba tregua.

-Remus -. Sebastián avanzó.

-¡No, aléjate! -Remus tenía miedo, quería retroceder pero unas cadenas surgieron del suelo y lo aprisionaron. Sebastián avanzó; desesperado, trato de tirar de las cadenas.

-Remus -. Sebastián ya estaba frente suyo. Remus miro exaltado a Sebastián, se dio cuenta con gran horror que sus rostros estaban a escasos centímetros y que el hombre mayor era mucho más alto que él -. Mírame Remus -, Remus había cerrado los ojos, pero al abrirlos, vio unos iris dorados -se que tienes miedo -, Remus apretó los labios y se resigno al destino -. Pero si no me aceptas, no aceptas el pasado, viviremos una existencia miserable. Nadie quiere esto. Tú y yo no queremos esto.

-Entonces solo desaparece - pidió Remus suplicante.

-Hay un dicho: "la ignorancia hace la felicidad", parece que la persona que dijo eso, tenía razón -dijo Sebastián, con una rara voz amable -por algo los humanos entramos al ciclo de reencarnación. Por algo los dioses sellan nuestros recuerdos humanos para darnos un nuevo inicio.

Draco Malfoy y el mundo mágico IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora