Travesuras de Dragones

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Pov Draco

No estoy seguro de a qué hora llegamos al hotel. Lo único de lo que sí fui consciente, fue de lo terrible que salió el banquete imperial. Todos los nobles observaban a papá, lo veían como si fuese un vil ladrón en busca de la atención de su majestad. La emperatriz y la concubina imperial no dejaron de vigilar a padre y al emperador, estaba seguro que incluso las princesas querían montar en cólera en ese mismo instante, pero por respeto y miedo al emperador, no hicieron semejante drama.

El único consuelo que tuve, fue la presencia inesperada de Lord Henry. Su invitación hizo que las miradas viles sobre papá fueran mermando hasta sólo quedar un gramo de indiferencia. Los vi bailar toda la noche, charlar como si fuesen viejos conocidos. Por un instante pensé en Severus y lo agradable que sería tenerlo a mi lado, él hubiera sido el apoyo moral de padre, su salvavidas en medio de tanta discordia. Lastimosamente no pudo venir, traerlo solo hubiera ofendido a la familia imperial y haría que los nobles susurraran palabras de la desvergüenza de padre.

"¿Como estará mamá y mis hermanos?"

Pensé en mamá y lo triste que debe estar por no tenernos a su lado. Mis hermanos pequeños, inocentes e ignorantes de la falta de presencia de papá. Sólo quería que pasará rápido los días y poder irnos de este lugar, pero... Ya no estaba seguro de que fuera fácil dejar China. En momentos como estos deseaba tener a mi elfina doméstica para platicar, siempre era bueno estar en constante comunicación con Cherry y estar al tanto de las cosas que ocurrían en casa, pero últimamente he estado tan ocupado que apenas tengo tiempo para llamarla.

Arrastrándome hasta mi cama, levanté la frazada y me acosté sobre el mullido colchón. Justo cuando iba a cerrar los ojos, papá entro a la habitación. Sus pasos se escuchaban pesados, su espalda estaba ligeramente encorvada y su rostro demacrado.

Volteó a mirarme, trato de sonreirme con dulzura pero apenas pudo hacer una mueca triste en sus labios. Sus ojos cansados se desviaron y me dio la espalda para poder cambiarse.

-Padre, ¿Que te dijo el señor Fudge? -me levanté, salí de la cama y caminé hasta donde estaba papá.

-... -padre dejó escapar un suspiro agotado -, nada importante, cariño. Sólo estaba un poco molestó por la falta de atención que tuvo en el banquete.

Podía imaginarlo, durante el banquete el señor ministro fue en su mayoría ignorado. Apenas el primer ministro de magia, Lord Gao, lo miro y hablo con él. Lo más importante en ese momento fue lo que estaba ocurriendo con papá y el emperador. Las cosas se pusieron caóticas en ese momento y yo no tenía a nadie para apoyarme mentalmente.

Recibiendo la pesada túnica exterior de papá. Mire el patrón exquisitamente bordado de las túnicas, sólo con tocarlo, sabía que la ropa que le dio el emperador a padre fue hecho con la tela de la más alta calida.

Papá ignoraba cualquier regalo que le dio el emperador, su semblante decaído decía mucho de su estado de ánimo.

-Draco, ayudame a quitarme la horquilla y desatar mi cabello - papá se sentó en el borde de la cama, seguido me apoye sobre mis rodillas detrás de él. Mire el alfiler de plata, era hermoso y las joyas que lo adornaban lo hacía ver aún más valioso. Lo retire con sumo cuidado y se lo pase a papá, desate su cabello y este fluyó sin problemas detrás de su espalda.

Baje de la cama, papá se levantó y camino hasta la mesita de noche, donde coloqué el cofre que él me había dando antes de subir a la habitación.

Quitando el seguro, papá abrió la tapa de la caja de madera. Curioso, me asome para ver que había dentro. Mis ojos se abrieron de la sorpresa al ver muchos alfileres, pulseras y anillos. Todos eran de plata u oro, muy hermosos y exquisitos. Algunos tenían incrustados piedras preciosas, otras sólo tenían una simple figura de una flor, un fénix o un dragón. Papá guardo el alfiler que tenía puesto, cerró el cofre y suspiro.

Draco Malfoy y el mundo mágico IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora