Draco Malfoy y el mundo mágico II

Pensamientos Familiares

Pov Severus

-Cissy... -Entre al salón de música de la mansión. Narcissa estaba tocando una suave melodía de navidad, sus ojos cerrados mientras sus manos se movían grácilmente por las teclas del lujoso piano.

Ha pasado mas de una semana desde que Lucius y Draco se fueron a China. Su falta de presencia se sintió en la mansión, los bebés a menudo preguntaban por su padre y rara vez por su hermano. Los elfos domésticos trabajaban silenciosamente para no provocar a su ama y el silencio reino por toda la mansión, como si fuese un día de luto.

Observando el semblante pálido y solitario de mi amiga. Me di cuenta que sus ojos estaban ligeros hundidos, sombras oscuras asomaban bajo sus parpados y los labios siempre rojizos, estaban sonrosados pálidamente y heridos.

Al terminar la melodía, di un paso dentro del campo de visión de Cissy. Sus ojos azules se desviaron hacia la ventana. Las luces doradas que adornaban los gigantescos ventanales, parpadeaban y brillaban intensamente, iluminando la sombría habitación.

-Me siento sola... -dijo Narcissa, levantándose suavemente de la butaca acolchonada. Sus tacones repiquetearon sobre el piso de porcelanato. Su largo cabello dorado se balanceo con cada paso que dio y cuando llego a una de las grandes ventanas, apoyo su mano y miro hacia los jardines de la mansión ensombrecidos por la fría noche -. Sabes Severus, me pregunto ¿Por qué sucede todo esto? -su voz era muy bajita, tenia un toque de melancolía en el y solo pude acercarme a ella para ofrecer el consuelo que tanto necesitaba -. Primero mi hijo, luego mi esposo, después... Ambos, con cada día que pasa... siento que mi corazón se destroza. He estado tanto tiempo encerrada en Malfoy Manor... -un suspiro escapo de sus labios, retiro su mano del frio vidrio y vi la huella que marco en el -. No puedo hacer nada sin poner en riesgo la existencia de mis bebés. Quien creería que algún día seriamos objetivos del señor oscuro. Nunca paso por mi cabeza la posibilidad que mi hijo estaría en medio de un terrible conflicto por el poder. Ahora somos el objetivo de los seguidores del señor tenebroso, los leales de Dumbledore y el ministerio. Tenemos enemigos flaqueándonos por todos lados y yo estoy aquí encerrada -la voz de Narcissa se rompió, gruesas lagrimas rodaron por sus mejillas.

Me acerque a ella y la abrace.

-Primero mi hijo, mi dulce niño -dijo Narcissa dolida -. Tengo miedo que nuevamente me lo vayan arrebatar, el cielo no será misericordioso una segunda o tercera vez. Lucius esta que hace frente solo a todos nuestros enemigos... Siento que soy una carga, que no puedo hacer nada para apoyar a mi esposo o sacar a mi hijo del ojo de la tormenta.

Los sollozos de Narcissa inundaron toda la habitación.

No sabia cuanto tiempo ella estaba guardando esos pensamientos, pero a juzgar por lo de hoy... Debía ser desde hace mucho tiempo.

"Dos años o dos años y medio. El tiempo que ambos se desaparecieron de la mirada aristocrática"

Alzando mi mano, retire cada una de las lagrimas de mi amiga. Sus ojos azules me miraron afligidos.

-Escucha Narcissa -puse mi voz mas suave y la miré con todo el cariño que sentía mi ser hacia ella -. Nunca, nunca vuelvas a decir que eres una carga -dije serio. Narcissa quiso protestar, pero coloque suavemente mi dedo índice sobre sus pálidos labios -. Eres lady Malfoy, la mujer más poderosa y reconocida de la comunidad mágica. Posees belleza, astucia y eres una gran bruja. Madre de tres hermosos niños y una gran guerrera que le hizo frente a las torturas del señor Tenebroso.

-pero... -negué.

- Lucius hizo su elección el día que lo obligaron a jurar lealtad al señor Tenebroso -dije. Narcissa me miro desesperada.