Con la Mente en el Juego

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Pov Lucius

La primera carta que llegó, me hizo saltar de los nervios y el susto. Narcissa a mi lado miro preocupada mi rostro y trato de tomar el sobre blanco de mis manos, pero evadí sus pálidas manos y di la vuelta. Caminé hasta el ventanal, observando el sello de la carta y el nombre del remitente.

No tuve el coraje de leer su contenido, así que, desganado guarde el sobre en el cajón de mi estudio, lo mismo fue para las siguientes cartas que llegaron. Una tras otra, las cartas se acumulaban en el cajón de mi estudio mientras Narcissa me observaba en silencio.

- Deberías de leer al menos una de las cartas, mi amor -dijo Cissy mientras acunaba a Christopher en sus brazos.

Liam dormía pacifico en los míos. Mire el semblante calmado de mi esposa, sus ojos miraban cálidamente a nuestro hijo a la vez que una espesa nube de pensamientos se arremolinaba en mi mente. El temor se asentó en la boca de mi estómago, no estaba seguro de que contendría aquellas cartas, pero el vivido recuerdo de esos ojos índigo me seguía.

-Ya es tarde, vamos a dormir -. Cissy asintió, se levantó despacio de la cama y salió de nuestra habitación para llevar a Christopher a la suya.

Mire una última vez a Liam antes de levantarme de la cama y llevarlo al lado de su hermano.

-No falta mucho para que acabe el año escolar de Draco -. Narcissa se acomodó en la cama, sus cálidas manos buscaron las mías bajo las sábanas -. Estás muy estresado, Lu. Me preocupas.

Mire sus hermosos ojos azules, eran como un mar profundo en el que me podría ahogar por siempre. Acaricie su rostro y le di un beso en la frente. Ella apoyo su cabeza en mi pecho, su dulce aroma llegó hasta mis fosas nasales, era tan dulce y cálido... Cerré mis ojos, tratando de conciliar el sueño.

-Hay que dormir - susurré. Narcissa emitió un suave jadeó -. Mañana podemos charlar con más calma, cariño. Buenas noches.

-Buenas noches, mi amor.

Al abrir los ojos vio el gigantesco altar, la luna alzándose en el cielo plagado de nubes blancas como el algodón y el viento aullando ferozmente.

Estaba cayendo... Cayendo muy rápido hacia la superficie de la tierra. Lucius grito pero solo se escuchaban fuertes rugidos.

Vuela, vuela.

Pero por más que agitaba sus alas, no lograba ascender hacia el cielo, no podía subir y evitar caer al suelo. Lucius grito desesperado por ayuda pero solo rugidos salieron de su garganta.

"Alguien... ¡Alguien que me ayude!"

Cerró los ojos preparándose para el impacto, pero un rugido resonó a los lejos y Lucius abrió los ojos y vio a un gigantesco dragón gris alzar vuelo hacia él. Su cuerpo se llenó de miedo.

Otro rugido resonó haciendo eco por los cielos y el altar. Lucius abrió los labios para gemir del miedo, pero solo emitió un rugido bestial. Prefería morir cayendo en el suelo que ser atacado por aquel dragón. Se cubrió con sus alas, asustado y temeroso.

Otro rugido resonó y pudo sentir unas afiladas garras, su cuerpo que iba a impactar contra el suelo, se sostuvo en el aire. Lucius descubrió sus alas, observó que el suelo estaba a dos metros de distancia, giro su largo cuello y vio aquel dragón gris agitar ferozmente sus alas, parecía que hacía un gran esfuerzo por sostenerlo en el aire.

El dragón gris rugió y jadeo ferozmente. Lucius tenía miedo de hacer algún movimiento. A duras penas se mantenía en el aire, si solo Lucius pudiera volar, no estaría en aquella difícil situación.

Draco Malfoy y el mundo mágico IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora