〣Iɴғᴇʀɴᴜᴍ 13 ◦ ¿ᴀᴍɪɢᴏ ᴏ ᴇɴᴇᴍɪɢᴏ?〣

771 72 39
                                    

Mis dedos se aferraron a la baranda como si fueran garras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis dedos se aferraron a la baranda como si fueran garras. Que horrible sensación. Lo único que me consolaba era que la tierra se veía cada vez más cerca. Expulsé lo que quedaba de comida dentro de mí.

El barco se detuvo y corrí hacía la salida. Necesitaba pisar tierra firme. Alejarme de ese horrible transporte. No sé cómo la gente lo utiliza. No deja de moverse y me da vértigo no saber lo que está debajo de mí. No es como usar el equipo de maniobras. Ahí puedo ver todo.

—Me cambié de ropa—dijo Lars caminando hacía mí. Se notaba que no era su estilo. Había mucha elegancia de nuestra parte a petición de Arabella.

—Lo noto, Makhai—dije riendo, que nombre más peculiar. Apenas podré acostumbrarme a él.

֍

Arabella no dejaba de mover su pie. Miraba a Lars esperando alguna respuesta a su pregunta. Se veía molesta. Esto no salió bien para ninguno de los tres.

—¿Qué haré contigo?—gritó la castaña.

—Él es mi soldado—dije parándome, harta de la situación—. Mi esposo es un coronel de alguna guerra que tú te vas a inventar. Da la talla para un Ackerman. Me dijiste que ellos son los soldados que acompañan a los Veentras. Entonces, lo solucionamos así: se llamará Makhai Ackerman.

—Se nota que eres mi familia.

—Es perfecto. Porque no pienso alejarme de ti—dijo Lars, pasó la fase del shock y volvió a ser el mismo de siempre.

Cuando se dio cuenta que estaba en un barco en camino a quién sabe dónde me dedicó una sonrisa tétrica y no dejaba de susurrar: "la jodí". En ese momento, Shadia Veenstra se identificó totalmente con Lars Artz.

֍

¿Ya ves que es extraño hablar en tercera persona?

Fuera. No te necesito ahora.

—¿Tus pastillas las tomaste?—preguntó Lars y negué con la cabeza.

—Es muy probable que las vomite. Olvídalo. Mi cerebro no va a colapsar por saltearme una vez. —Mi tía pasó por nuestro lado hablando con alguien—. Ey, ¿a dónde iremos? Estoy demasiado cansada. Necesito tirarme en una cama.

—Shadia, quiero presentarte a Dedrick Veenstra—dijo la castaña señalando al hombre de su costado—. Es tu tío. ¿Se ve joven? ¿tú qué dices?

—¡Pequeña Shadia!—dijo Dedrick con una sonrisa, me incomodo que me diga pequeña— No eres tan pequeña, pero... Te pareces a tu mamá.

—Siempre me lo dicen, pero no me digas pequeña, por favor.

Lo tomaremos como un cumplido.

No puedo aceptar que me diga pequeña.

Dedrick Veenstra es un hombre alto y fornido, sin embargo, tiene una sonrisa muy cálida. Al seguirlo por los caminos, cabe resaltar que no sabía a dónde íbamos, comentaba lo que había pasado mientras Arabella se había ido. Intercambiaba miradas con Lars, sin saber en qué momento podríamos entablar una conversación sin que ellos escuchen. Preocupaba que no haya un momento. Ahí sí me volvería loca, no sé si pueda confiar en ellos.

Dɪsʀᴜᴘᴛɪᴠᴇ Cʜᴀɪɴs ✥ Lᴇᴠɪ AᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora