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Considerando que es invierno y la posición de la Luna, supongo que son las doce de la noche. Ignaaz se despertó, cubierto de sudor, después de un sueño extremadamente raro que pese a los días, no pudo olvidar. Fueron años después, cuando su papá le paso la batuta en el cuidado de los Reiss que reescribió el libro "Veenstra". Mejorando ciertas partes, incluido el capítulo que me trajo a ver sus recuerdos.
Por supuesto, solo veo lo que Shadia primera quiere que vea y sabe que me ayudará a entender. Lo curioso es que lo veo desde sus perspectivas, por lo que también tengo las mismas emociones que ellos. Sentí el dolor de Lorelay cuando casi pierde la vista y también el alivio al ser considerada inútil. Esa fue su escapatoria, también el motivo por el que ella está en Marley y yo aquí, mirando sus recuerdos.
—¿Solo tú tienes este poder?—pregunté caminando por la arena.
—No es mío. Tengo los recuerdos de cada uno de los Veenstra, pero no tengo la capacidad de mostrarles a quien yo quiera—explicó Shadia primera—. Ojalá fuera así, pero no. Ymir es quien me ayudó. Tengo la teoría de que lo que pasa entre tú y yo le interesa. No la he visto velar por algo que le interesa jamás. Desde que la conocí en vida era de esa forma, pese a todo lo que podía hacer. Aún no entiendo porqué amo tanto a Fritz siendo así de poderosa.
—Si este lugar fue creado por Ymir, ¿ella nos escucha?
—No me importa si lo hace. Sabe perfectamente lo que pienso. No hemos pasado siglos solo mirándonos las caras. —Se detuvo, por lo que hice lo mismo—. El motivo por el que puedes ver los recuerdos es para que los uses a tu favor. Sea para la medicina o para... La humanidad.
—¿No sería lo mismo?
—No. La lucha por la existencia de la humanidad no a menudo tiene que ver con la medicina.
—Entiendo. Fue lindo ver a papá y mamá juntos—Suspiré. Esos fueron los mejores recuerdos que pude ver—. Eran tan felices.
—Tú sí tuviste buenos padres. —Había celos en su tono—. En eso nos diferenciamos.
—No los tuve lo suficiente. Por eso, busco...
—Venganza.
—No, quiero respuestas.
—¿Y después qué harás? Te he visto, pequeña, aunque no lo quieras, lo haces. No digo que esas personas no merezcan el mismo daño que provocaron, pero no te mientas. Eso es lo que quieres. He visto ese sentimiento en otras personas.
—Quizá es algo común en los Veenstra.
—En todas las personas. Estoy segura de que si le das la oportunidad a cualquiera de tomar venganza sin tener consecuencias, la aprovecharían.
—¿Cuál es mi misión?—Shadia primera soltó un suspiro ante mi repentina pregunta.
—Ser feliz. Esa es tu misión. Solo siéndolo podrás cumplir tus objetivos, los cuales serán luchar por el bienestar de la humanidad, por el bienestar de nuestro linaje y la libertad que nos arrebataron.
