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En Paradis, existen diferentes tipos de negocios, algunos necesarios y otros cuestionables. Viéndolo desde un punto frío, la economía necesita esos últimos mencionados, porque sino muchos estarían sin trabajo. Uno de ellos son las drogas, esto existe solo porque hay drogadictos; mientras ese tipo de gente siga viva, el negocio no morirá. También me volví adicta por un breve tiempo, así que entiendo el negocio.
Carly Stratmman es la líder de una mafia basada en las drogas y su padre también. Esa es la clase de poder que poseen. Uno del que fácilmente se podría tener miedo, pues donde hay drogas hay mano negra. Qué difícil es jugar limpio cuando te tocan este tipo de situaciones.
—¿Annie Leonhart?—susurró Levi después de que Specter terminó de hablar.
—Sí. Estuvo metida en una investigación que implicaba a Carly, pero fue inconclusa. No se sabe exactamente lo que pasó. Solo que Carly salió de Stohess y siguió con su negocio tratando de no tener fricciones con su padre.
—Me está escondiendo algo—dije, mordí mi labio inferior intentando entender qué sucedía—. ¿Por qué hablaría con su padre si no quiere entablar negocios con él? Además, ¿en qué le afecta Sahidy?
—Recuerda que ella vendía drogas en el subterráneo. —Levi llamó mi atención con ese hecho—. Es probable que quiera hacer lo mismo en Stohess. No es fácil obtener el territorio de otra persona.
—Ya cayó. —Sonreí sabiendo que nunca dejará de ser una delincuente. Miré el reloj colgado en la pared—. Tengo que encontrarme con Carly.
—Te acompaño—dijo Levi acercándose a mí.
—No, tranquilo. Puedo sola. —Miré a Michael con una sonrisa—. Gracias por todo. Por favor, ve los temas pendientes sobre negocios con Levi. Confío en su criterio. Cuando regrese hablamos de tus honorarios.
—Suerte con su nuevo negocio—dijo el rubio con una sonrisa ladina.
Mientras caminaba hacia el baño donde me encontraría con la pelirroja pensaba en todo lo que había comentado Michael y Levi. Esto era lo que estaba esperando. Incluso hay una posibilidad de solucionar el problema de Sahidy sin decir ni una palabra en EIRA. Estoy emocionada.
Que no se note. Cara de negocios, Shadia.
Apoyada en la pared, cerca a la ventana, Carly estaba fumando. Tolero el olor porque es el mismo que trae Levi en su ropa y trata de cubrir con perfume. En definitiva, son cigarros de calidad y carísimos. Bueno, eso no sale de mi bolsillo, así que no me preocupo por el dinero.
—Entonces, ¿seremos aliadas?—preguntó la pelirroja sin verme.
—¿Se gana mucho en el negocio de las drogas?—Alcé una ceja esperando ver la sorpresa en su rostro. No apareció.
—No perdiste el tiempo.
—Debo conocer bien a las personas con las que haré negocios antes de dar el sí.
