Dɪsʀᴜᴘᴛɪᴠᴇ Cʜᴀɪɴs ✥ Lᴇᴠɪ Aᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ

┇Pᴀʀᴀᴅɪsᴜᴍ 22 ◦ Nᴜᴇᴠᴀs Exᴘᴇʀɪᴇɴᴄɪᴀs┇

⌞𝓛𝓮𝓿𝓲⌝

Crear nuevas experiencias.

Eso me dijo Ana que hiciera. Para alguien que ha perdido la voluntad para festejar su cumpleaños, reemplazar los malos recuerdos por unos buenos ayudará en eso. Shadia hizo eso por mí y le tomó años. No sé cuánto me tome a mí, pero no pienso rendirme.

Sostenía a Eryx con una mano mientras comía con la otra. Desde que se puede sentar es más fácil hacer otras cosas al mismo tiempo. Aunque era imposible concentrarme en algo cuando tengo a otros dos niños demandando mi atención.

Alguien tocó la puerta. Shadia decidió ir. No es normal que alguien venga a esta hora. Una mujer entró. Me paré al no sentirme cómodo con ella en el mismo lugar que yo.

—Vamos a mi oficina—dijo Shadia guiándola. Me miró de reojo. Entendí que no quería que la siga.

Me dejó a cargo de los niños. Suspiré. Terminaron de comer y los llevé a sus cuartos. Querían quedarse abajo para esperar a su mamá, pero era mejor que estén lejos de la mujer misteriosa.

No pasó mucho tiempo cuando oí que la puerta se abrió y cerró. Se había ido. Shadia entró a nuestro cuarto. Se veía algo apagada.

—¿Quién era?—pregunté dejando que Eryx juegue con mis dedos.

—Belia, la hija de Kunaq—dijo cargando a su hijo—. No tiene mucha información que darme, pero verá qué puede hacer. Igual pensaba hablar con el director del periódico. Confiar en que una persona haga el trabajo por mí es estresante.

—Déjamelo a mí—le pedí, ella negó con la cabeza.

—Tienes muchas cosas que hacer. Aparte me ayudas tanto con los niños.

—Es mi deber. También lo es protegerte. No seas terca.

—Bien. —Desabrochó su blusa cuando Eryx empezó a llorar. Tenía hambre—. No quiero leer otro artículo del periodista difamador.

—Evitaré que eso pase. —Besé su frente, miré al bebé—. No llores tanto hoy.

Lo que Shadia no sabía era que estaba investigando desde la primera vez que fui a averiguar qué estaba pasando con ese periodista. A pesar de que han reforzado la seguridad del área de imprenta, seguían fallando. Una a una, las áreas se descartaban. Quedando la principal: redacción. Algo pasaba ahí y tenía que averiguarlo solo.

Shadia entraba a las nueve de la mañana. Lo bueno en EIRA es que ella podía controlar sus horarios. Salí de casa temprano para encargarme de varios asuntos. El desayuno estaba listo, solo para que le sirva a los niños. Quería alivianar su carga lo más que pudiera.

Llegué al cuartel para hablar con Hange. Me sorprendí al ver a mi antiguo grupo reunidos en el comedor con libros y su desayuno. Caminé hacia ellos y tomé uno de esos libros. Anatomía básica.

—Pensé que iniciarían con los primeros auxilios—dije dejando el libro en la mesa.

—Ese es mío. El libro de primeros auxilios es corto—dijo Sasha limpiando su boca con el dorso de su mano—. Anoté todas mis preguntas. Quise avanzar con anatomía básica.

—Interesante—murmuré—. ¿Al menos pensaban hablar conmigo antes de que esto sucediera?

Todos mantenían la mirada fija en su libro. Casi podía escuchar el sudor bajar por sus frentes. Divertido.

—Técnicamente, seguimos siendo el escuadrón especial a su cargo—dijo Mikasa, era la única que sí levantó la mirada.

—Claro, aunque hay algunos que aún necesitan más entrenamiento. ¿Cierto, Connie?—dije mirando al mencionado. Cerró su libro y se paró.