¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Qué se supone que tenga que decir? Tengo muchas opciones en mi cabeza como: "¿por qué?", "¿puedo hacer algo para evitarlo?", "lo siento", "no quiero divorciarme". Supongo que elegiré la más neutral.
—¿Eso es lo que quieres?—pregunté manteniendo el tono de mi voz calmada.
—No sé lo que quiero, Shadia. —Tenía su cabeza ladeada y su expresión seria—. Estuve mucho tiempo lejos de ti con cartas que me llegaban sin saber cómo y no eran de fechas consecutivas.
—Eso no sé cómo explicarlo...
—No quiero más explicaciones. Necesito espacio para pensar qué quiero ahora que volviste.
—Lo sé y...
—¡Déjame hablar!—Alzó su tono, claramente desesperado. Cerré mi boca. Hay cosas en Levi que no han cambiado— Tenía una vida contigo, me acostumbré a ti y te fuiste. Entendí que era por algo importante y hubiera sido fácil apoyarte si tú me hubieras dicho por qué, pero no lo hiciste. Hubo muchas cartas y nunca lo hiciste. Ahora volviste y cambias nuevamente mi ritmo de vida. ¿Pretendes que todo se hará como quieres? No, Shadia. Estoy harto. Necesito espacio.
—Nuestra relación como pareja no debe afectar la relación con tus hijos...
—¿Cuál relación? ¿La que tú evitaste que existiera?—Asintió al verme callada. Mis ojos se humedecieron. Si quería dañarme, lo logró— No me alejaré de ellos, hablaré contigo después de cuándo veré a mis hijos. Por ahora necesito espacio.
—Está bien. Lo comprendo. —Contaba mentalmente mientras controlaba mi respiración, es lo mejor que puedo hacer ahora—. Si quieres saber todo lo que pasó en Marley, búscame. Te lo diré todo.
Sentí que él quería preguntar ahora, pero solo se levantó y se fue. Dejándome sola. Corrí al baño y moje mi cara en repetidas ocasiones, sentí las gotas frías pasar por mi piel ruborizada.
Entre mis sentimientos estaba la ira y la tristeza. Quizá en otro momento, lo hubiera seguido. Ahora sé que debo darle su espacio. No sé si él comprenda que esto es difícil para mí.
Si te reciben con una cita en la horca, claro que lo es.
Ajá. Creo que no se detuvo a pensar en eso. Supongo que al verme tuvo una explosión de emociones.
Subí las escaleras con mucho pesar. Cuando vi a mis niños jugando con mi maquillaje a pintar el suelo, lo olvidé todo. El maquillaje no me importaba, estaba viejo e inutilizable. ¡El suelo! Eso iba a ser una horrible forma de pasar el día.
—¿Está bonito, mami?—preguntó Sunna sonriendo. Se veía tan adorable, pero quería llorar por el desastre que habían hecho.
Son muchas emociones por hoy.
—Sí, uhm, voy al baño—dije cerrando la puerta tras de mí, busqué los elementos de limpieza que Levi suele usar.
Lo único que sigue igual son las cosas en mi casa. Joder. Sigue siendo mi casa. Me pregunto a dónde habrá ido Levi. Revisé que todo lo que necesite esté ahí. Cuando alcé la vista, vi mi reflejo en el espejo. Mi cuello tenía marcas rojas. Pasé mis dedos por mi piel, sintiendo el pequeño ardor.