¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si no puedes con el enemigo, únetele.
Lo tenía bien claro si quería sobrevivir. Mis hijos me necesitaban viva y si me oponía a Floch, solo conseguiría morir como una traidora. Aún escucho la suplicas de los que se resistieron antes de ser fusilados. No dejaré a mis niños completamente huérfanos.
¿Huérfanos?
¿De verdad creía que Levi está muerto? Mi mente no puede evitar darme esas malas jugadas en las que lo veo desangrado. Todo es culpa de Floch y los pedazos que trajo de mi esposo. Apunté en el historial clínico lo que acababa de hacer con este paciente antes de que lo llevaran a Trost para una mejor atención y recuperación. Si Levi está muerto, al menos quiero encontrar el cuerpo. Debo cumplir sus últimos deseos.
֍
—No te voy a escuchar—dije alejándome de él, me escondí en mi oficina. Antes de que pudiera cerrar con seguro. Lo saqué de inmediato cuando recordé que Levi tiene una copia de todas las llaves de nuestra casa. Sería inútil.
—Tendrás que hacerlo. —Entró a mi oficina y cerró la puerta para evitar que los niños escuchen.
—Pensé que habíamos acordado que ninguno de los dos moriría. —Me senté en mi silla. Levi se acercó y se arrodilló frente a mí. Ladee la cabeza pensando en lo que me propuso.
—Mi mamá murió en su cama y no tuve los recursos para darle una sepultura. —Su voz se quebró un poco—. Ahora los tenemos y si muero, quiero que mis hijos tengan un lugar donde visitarme. Así como tú lo haces con tus padres.
—No quiero pensar en tu muerte, ¿es mucho pedir?
—Tampoco quiero pensar en la tuya, pero es inevitable. Somos simples mortales. —Junté mis cejas y cerré los ojos con fuerza. Tiene razón. Lo envolví con mis brazos y escondí mi cabeza en el surco de su cuello—. Solo entiérrame y guarda un espacio para ti a mi lado.
—Así podré fastidiarte hasta después de muerta. —Deposité un beso en su frente.
—Lamentablemente.
—¡Oye!— Levi se separó un poco y acarició mi rostro con parsimonia. Su mirada sostuvo la mía por unos momentos.
—Te amo, Capulí.
֍
Y yo a ti, Yohiro.
Me quité los guantes para limpiar las lágrimas que solté por recordarlo. Un enfermero me llamó para atender a otro paciente. Será mejor concentrarme en mi trabajo. Respondí para que me esperaran.
En este día no he tenido encuentro con Shadia primera ni noticias de nadie que quiero. Revisé al paciente. Destrozado. Viseras expuestas. Jean está siguiendo cada paso de Floch y decidí apoyarlo. Al menos hasta que sepa qué diablos intenta hacer. Ese no es el Jean que formé, no se contentaría con la libertad de una manera fácil.
